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Cáncer testicular ha golpeado al fútbol de todo el mundo

Hoy se juega el clásico sin colores en beneficio de Erick Marín, quien en el 2017 superó ese mal

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El de este domingo no será un clásico cualquiera, aunque en la cancha la guerra deportiva entre morados y manudos será dura, en las gradas los miles de aficionados apoyarán no solo a su equipo favorito sino también a Erick Marín, quien está enfrentando su tercera batalla contra el cáncer.

El clásico sin colores le donará mil colones por cada entrada a Marín, quien en el 2017 fue diagnosticado con cáncer en el testículo, un mal que ha golpeado a muchos futbolistas de todo el mundo.

En julio del año pasado, el jugador se retiró un tiempo pues le reaparecieron células malignas en el abdomen, superado eso volvió a las canchas, pero los males volvieron y ahora está en un fuerte tratamiento (está internado en el hospital México recibiendo un trasplante de médula) porque la dolencia reapareció en su zona abdominal.

Pero volviendo al primer tipo de cáncer que combatió el jugador, el de testículo, curiosamente no hay nada científico que indique que los futbolistas son los más propensos a padecerlo, aunque por los casos que aparecen da esa impresión.

Además de Marín, el astro holandés, Arjen Robben, también lo sufrió. En la lista también están el exdelantero búlgaro Lubo Penev, el exportero español José Francisco Molina, los argentinos Jonás Gutiérrez y Carlos Roa.

“Estuve revisando y específicamente no hay relación directa entre jugadores de fútbol y cáncer de testículo en general, lo que se dice es que las personas que hacen ejercicio vigoroso o intenso durante cinco días a la semana, sumado a traumas repetidos, parece que tienen mayor incidencia”, comentó Douglas Otero, médico oncólogo del hospital Cima y hospital Metropolitano.

Otero aclaró que la actividad física puede ser atletismo, ciclismo, gimnasio, etc.

“Hay otros factores, por ejemplo una dieta muy rica en grasas puede aumentar la incidencia de cáncer de testículo, si hay un hermano gemelo en una misma familia que ha tenido cáncer de testículo es probable que el hermano pueda desarrollarlo”, señaló el doc Douglas.

Por supuesto que el fútbol cumple estas condiciones, porque al correr y saltar se golpean los testículos, puede ser el detalle por el que se dice que entre los tocadores de pecosa este mal es el más común por encima de cáncer de piel, por ejemplo.

Cuenta el doc que existe un protocolo para este tipo de padecimientos, empezando por operar para extirpar el testículo.

“Después vienen los tratamientos para quimioterapia y radioterapia dependiendo del tipo de tumor y si tiene marcadores tumorales o si ha invadido los ganglios”, indicó.

La incidencia se da generalmente con pacientes jóvenes, quienes toleran mejor la quimio.

“Pero es muy dura, es muy tóxica porque son cinco días de tratamientos seguidos, es dependiendo de cada caso, pero se cae el pelo, vomitan, se sienten muy mal, por dicha la mayoría es en pacientes jóvenes y generalmente están en buena condición”, señaló.

“Los hombres de raza negra y los chinos tienen menos posibilidades de desarrollar cáncer de testículo, no se sabe por qué”, confesó.

Caos exitosos

Arjen Robben fichó por el Chelsea y a los 20 años se le diagnosticó el cáncer de testículo. Estuvo un año en tratamiento e incluso llegó a jugar la Eurocopa de 2004 sin estar recuperado.

Finalmente superó la enfermedad y ha sido uno de los mejores extremos del mundo, pasando por equipos como el Real Madrid o el Bayern de Múnich.

Jonás Rodríguez dejó el fútbol temporalmente en septiembre de 2014 para recuperarse de la enfermedad y en marzo del siguiente año ya estaba de nuevo integrado en el Newcastle.

Jose Francisco Molina, anunció en 2002, cuando estaba en el Deportivo de la Coruña, que padecía cáncer de testículo. Abandonó el fútbol un 14 de octubre para volver pocos meses después totalmente recuperado. En enero de 2003 volvió a entrenar y a ser portero de fútbol.

A Luboslav Penev se le detectó la enfermedad en 1994, lo que le hizo perderse el Mundial de Estados Unidos de ese año, donde su selección brilló. Volvió en 1995 para conseguir el año después el doblete con el Atlético y destacar en equipos como Compostela o Celta de Vigo.

Hay otros casos famosos como el de Eric Abidal del Barcelona, a quien le diagnosticaron un cáncer de hígado durante la temporada 2010/2011. En 2012 fue sometido a un trasplante de hígado y en 2013 abandonó el Barça.

El portero argentino Germán “Mono” Burgos sufrió un cáncer de páncreas en 2003 mientras era el portero del Atlético de Madrid. Tras estar retirado durante varios meses volvió para retirarse definitivamente en la temporada 2003-2004.

Andrés Mora

Periodista con licenciatura en Comunicación de Mercadeo. Forma parte del equipo de Deportes. En Grupo Nación desde noviembre del 2011.

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