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“Chore”, el porteño que dejó a tiempo el alcohol y hoy disfruta del fútbol playa

Asistente técnico del Coopecaja PFC tiene una bonita historia de superación

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El fútbol playa nacional tiene tantas historias como granos de arena. Uno que tiene varias por contar es Miguel Marín Mesén, más conocido como Chore, asistente técnico de Coopecaja PFC.

A Chore siempre le gustó patear bola en la arena y hasta participó en un torneo que se llevó a cabo en Puntarenas cuando el fútbol playa apenas gateaba como deporte federado, aquello lo veían más que todo como una mejenga entre amigos.

Él asegura que este deporte le ha dado mucho y, sobre todo, lo ha mantenido lejos del alcohol, un vicio que lo atrapó por muchos años.

"Yo me quedé en quinto de colegio y le dije a mi mamá que no quería estudiar, así que busqué brete a mis 18 años como ayudante de embobinado de motores.

"Estuve unos meses ahí y luego me pasé a trabajar en electricidad de carros. Desgraciadamente fui bueno para tomar y así empecé, me iba los fines de semana hasta caer y ya ni llegaba a trabajar los sábados”, recordó Mesén.

Por muchos años se alzó de tanda una y otra vez los viernes y sábados, luego se sacaba la goma los domingos. Solo le importaba el guaro.

"Me marcó una vez que le quemé la computadora a un carro, la empresa en la que trabajaba tuvo que responder por el daño.

“La verdad que no era vida, dejé el licor por mi madre y porque encontré a Dios en las jornadas de vida cristiana. Le pedí a Dios que me quitara las ganas de beber y así fue", explicó Marín, quien ahora si acaso se toma un vinito para brindar el 24 y 31 de diciembre.

Una vez que Chore, como le dicen desde que era un carajillo, se apartó del camino de los tamarindos, el deporte apareció como un salvavidas para sostenerlo en el buen camino.

Vuelta a la arena

Marín fue llamado hace dos años para mantener a flote el proyecto del equipo Puntarenas FC, ya que su presidente en aquel momento, Stewart Gómez, pasó a ser dirigente de la Liga de Fútbol Playa. Este año, el equipo pasó a llamarse Coopecaja PFC.

Con muchas ganas, Miguel asumió el reto de estar con el Coopecaja PFC en el banquillo aunque sobre ser técnico sabía lo que un chancho sabe de astronomía, absolutamente nada, como él dice.

“Recuerdo que Stewart estaba para ser presidente de Lifupla y con el fin de que el equipo no desapareciera buscó a alguien para que se hiciera cargo del grupo, un amigo le habló de mí porque yo siempre andaba con equipos de fútbol 11 y me gustaba ver fútbol playa. Él me dio la confianza y fui aprendiendo con el tiempo”, recordó Mesén, de 53 años de edad.

El hombre recibió el apoyo de los jugadores de más experiencia y se la jugó de gran manera durante la temporada pasada.

Este año, con el cambio de nombre, se mantuvo en el equipo, pero como asistente del entrenador Jocksan Porras, este domingo debutaron en el torneo con un empate a cuatro ante Matapalo.

“Nos hemos preparado bien, el equipo tiene una combinación interesante de jugadores jóvenes y de experiencia, queremos ser protagonistas y emprendemos el reto con mucha ilusión”, comentó Miguel.

El fútbol playa le ha dejado buenas amistades, es un deporte que ha cambiado su vida y ahora siempre está dispuesto a brindar ayuda o un consejo a cualquier jugador o persona que se lo solicite

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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