La Vuelta Ciclística a Costa Rica tuvo una sexta etapa muy particular, pues la caravana multicolor arrancó y cerró en el estadio Nacional de La Sabana.
Pese que al principio arrancó bien, un accidente de tránsito obligó a cambiar la meta y un competidor del equipo de Real Estelí se llevó la victoria.
Los cambios de última hora empezaron a darse cuando la etapa llevaba dos horas de competencia y los ciclistas estaban llegando al Coyol de Alajuela, la Policía de Tránsito detectó colapso vial en la autopista General Cañas, en las cercanías de la Firestone y empezaron a analizar opciones para no afectar a los competidores.
Tras varios minutos de revisión, la decisión final de poner la meta cerca de la Firestone fue motivada por un accidente de tránsito a unos metros del Instituto Nacional de Aprendizaje en el sentido hacia la capital y las presas eran kilométricas.
LEA MÁS: La montaña movió la Vuelta a Costa Rica, Sergio Arias es el nuevo líder
Eso cambió los planes de todos los equipos y el que aplicó la frase a la perfección “en río revuelto, ganancia de pescadores” fue Ricardo Rouillon del Real Estelí que le puso más fuerza a sus pedalazos, atacó con todo lo que tenía y con un grito de alegría y extendiendo las manos al cielo cruzó la meta para llevarse la etapa con un tiempo preliminar de 2:30:47.
Pero muchos quedaron bateados sobre si finalmente el pelotón llegaría al estadio Nacional, al principio se decía que no, pero después que lograron agrupar a los ciclistas hicieron el intento, en medio de las presas lograron abrirse campo y hasta pasadas las 12:30 m. d., tras casi una hora después que Rouillon pasó la meta, los ciclistas finalmente llegaron a La Sabana.
Bajo un gran ambiente, los más fiebres del ciclismo salieron complacidos por ver cómo la caravana llegó al estadio y revivió una vieja costubre de hace décadas.