Coronavirus: Pérez Zeledón perdería ¢20 millones si jugara ante Saprissa a puerta cerrada

Si los partidos de la jornada del fin de semana se jugaran a puerta cerrada, tal como lo exige el Ministerio de Salud, a raíz de la alerta amarilla por el Coronavirus, uno de los grandes perjudicados sería el Municipal Pérez Zeledón.

Los sureños reciben el próximo sábado a las 3 p. m. al Deportivo Saprissa en el estadio Municipal, en San Isidro de El General por la jornada 15 del Clausura 2020, invitado que suele dejarle una de las mejores taquillas del campeonato.

La Unafut todavía no ha oficializado si los duelos del fin de semana se jugarán como lo recomiendan las autoridades, o si se pospondrá la fecha, decisión que clubes como los Guerreros del Sur están a la espera para saber a qué se atienen.

Juan Luis Artavia, presidente del Pérez le dijo a La Teja que jugar un partido ante un rival como el Monstruo a puerta cerrada los podrían hacer perder unos ¢20 millones.

“Tendríamos una pérdida entre tres o cuatro millones por organizar el partido y la taquilla puede andar en unos dieciséis millones de colones, estamos hablando de bastante dinero.

“Esa taquilla de Saprissa o la Liga son las que uno está esperando para ayudarnos y si no existe es muy perjudicial, no se puede estar pagando salarios a todos jugadores y cuerpos técnicos si el equipo está parado, es difícil", explicó Artavia.

El dirigente fue claro en que si lo dejan reprogramar la jornada, sin duda lo haría.

“Para nosotros lo ideal sería reprogramar a otra fecha, sea este o cualquier otro partido, es una fecha que será de perjuicio económico para los clubes, pero es una decisión que se debe tomar a nivel del Comité Ejecutivo de Unafut.

“Tenemos que llegar a un acuerdo a ver qué se hace, si paramos el torneo o si jugamos así, pero deber ser un acuerdo que se tomen entre todos los doce clubes, que todos estén en las mismas condiciones”, explicó.

Los Guerreros serían los más afectados este fin de semana, ya que Alajuelense recibirá a La U y Herediano a Limón.

Los sureños ya tenían los precios de las entradas en seis mil colones en la localidad de sol, 7 mil colones en sol numerado, 8 mil colones en sombra y 15 mil colones en butaca.