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Excapitán de la Sele fue a Mundial sin haber jugado un solo partido con su equipo

Daniel Arce encontró el éxito laboral en un banco luego patear una bola

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Daniel Arce fue una de las promesas del fútbol nacional, era un defensor aguerrido pero al mismo tiempo era capaz de salir jugando desde el fondo de la zaga, condiciones que le permitieron jugar el Mundial sub-17 de Finlandia en el 2003 y, además, para ser el capitán de ese equipo.

En aquella escuadra figuraron otros futbolistas como Keylor Navas, Daniel Cambronero, Ariel Rodríguez, Yosimar Arias y Crisanto Esquivel.

Lo que muchos desconocen es que Daniel jugó la mayoría de los partidos eliminatorios y de preparación, sin tener un equipo como la mayoría de sus compañeros.

“A mí me firmó Saprissa dos meses antes de empezar el Mundial, es más, yo fui al Mundial sin haber jugado un solo partido con Saprissa.

“Yo estaba con un equipo filial de Saprissa que entrenaba en La Sabana, pero no era lo mismo porque los demás compañeros entrenaban en los estadios de sus equipos, en cambio yo lo hacía en otras condiciones”, recordó Arce, quien se retiró en el 2015 cuando tenía apenas 29 años.

A pesar de esto, el exjugador le demostró a su entonces técnico de la Sele, Manuel Gerardo “Puro” Ureña, que tenía las condiciones no solo para ser tomado en cuenta, sino para capitanear al equipo.

“Yo estuve con esa Sele desde el proceso sub-15, recuerdo que en un torneo en Boliva en el que salimos campeones, el Puro puso a los compañeros a elegir al capitán. Los compañeros eligieron a José Garro, Erick Sánchez y a mí, pero al final fue el entrenador el que decidió darme la cinta de capitán”, detalló.

Daniel jugó los cuatro partidos que la Tricolor disputó en ese Mundial y fue uno de los mejores jugadores ticos.

Dura competencia

Daniel se perfilaba como el defensor del futuro para los saprissistas, incluso constantemente lo comparaban con Gabriel Badilla y Víctor Cordero.

El reto para consolidarse era grande, pues tenía de competencia a jugadores experimentados como Cordero, Badilla, Tray Benneth, Andrés Núñez y Reinaldo Parks.

Su debut con el primer equipo morado llegó en el 2006 con tan solo 20 años, lo hizo ante Puntarenas en un partido que los tibaseños ganaron 4-3 en La Cueva.

“Lo hice muy bien, los compañeros me apoyaron bastante, fue algo muy bonito”, recordó el exfutbolista, quien ahora tiene 34 años.

Su paso por Saprissa estuvo lleno de altos y bajos, pero más de bajos pues a pesar de ser una de las promesas tibaseñas, nunca llegó a consagrarse.

En el 2010 abandonó las tiendas del Monstruo, de donde pasó por la UCR, la Liga, Belén, Generación Saprissa, Uruguay de Coronado y hasta se convirtió en legionario jugando para el Sayaxché de Guatemala, el Plaza Amador de Panamá y el Bayamón FC de Puerto Rico.

De todos los equipos guarda buenos recuerdos, sin embargo, hay uno que lo marcó más.

“La Liga me fichó y no jugué ni un solo minuto. Entendí que era porque así Dios lo quiso y que si así pasó fue para que aprendiera algo y por dicha lo aprendí”, agregó.

Su último equipo fue el Uruguay de Coronado en el 2015, pues fue en ese año cuando Harry Ocampo, portero y excompañero en Pérez Zeledón lo recomendó para un puesto de trabajo completamente alejado del fútbol.

“Constantemente le pedía a Dios que me apareciera una mejor oferta laboral que el fútbol, así pasé tres años y siempre me aparecían opciones para seguir jugando y las tomaba. Cuando Harry me recomendó, fui a una entrevista con Andrey Campos (ahora presentador del programa La Visión del 10).

“En la entrevista yo le dije a Andrey que lo único que sabía era patear una bola, pero que si me enseñaban a hacer el trabajo yo lo iba a respaldar como hacía en la cancha”, añadió.

Éxito laboral

Fue así como Daniel dejó el fútbol para convertirse en un ejecutivo de ventas para una empresa que se dedicaba a administrar páginas para vender el servicio de hospedaje en hoteles.

Justamente ese año, el banco BAC absorbió a la empresa y lo contrató a él. Con el paso del tiempo Daniel se ha consolidad y ha crecido laboralmente, ya que ahora es ejecutivo de negocio y es el encargado de asesorar a varios comercios afiliados.

“Con el BAC empecé a disfrutar la vida, sabía que podía estar en un cumpleaños con mi mamá María de Los Ángeles Barboza o con mis hermanas Wendy y María Fernanda, con el fútbol eso era casi imposible. Cuando entré al banco supe lo que era un día feriado y lo que era ganar aguinaldo porque en el fútbol eso es difícil que lo paguen, al menos yo solo lo recibí en Saprissa y la UCR”, añadió.

Daniel es padre de Daniela, una pequeña de dos años y nos contó que le faltan 12 materias para terminar la carrera de Administración de Empresas.

Bryan Castillo

Periodista

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