Víctor “Palomino” Calvo salió puras tejas de la operación que le realizaron este lunes en el Hospital México y en la que le quitaron el fémur derecho.
La buena noticia fue confirmada por su esposa, María Luis Montero.
Calvo, exgloria de Alajuelense y de Barrio México, ha vivido 9 meses de mucho sufrimiento, desde que se quebró la cadera y el fémur.
En la operación le quitaron el hueso, le colocaron un separador y la próxima semana será sometido a un trasplante de titanio que irá desde la cadera hasta la rodilla.
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"Creemos que le fue bien y le quitaron el fémur, pero no hemos podido hablar con el doctor.
“Le pusieron unas prensas metálicas para estirarle la pierna y un separador para que no se le encoja de aquí a que le hagan la otra operación”, señaló Montero.
La señora contó que, como es lógico en este tipo de cirugías, su marido tuvo mucho dolor y estuvo muy inquieto, no obstante, este martes habló con él y estaba un poquito mejor.
Aunque no hay fecha para definida para ponerle la prótesis, doña María Luisa cree que no pasará de la otra semana, pues la pierna no puede estar tanto tiempo sin el fémur.
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“Yo estuve el lunes en el hospital apenas lo pasaron al salón, él casi no comió nada, tenía sed y estaba caído, muy triste, como ido” añadió Montero, con quien Palomino tiene tres hijos y cuatro nietas.
Montero tenía planeado visitar al exdefensa este martes y llevarle almuerzo porque a Palomino no le agradan los alimentos del hospital.
Ella reveló que su marido ha perdido mucha sangre y que le han tenido que hacer varias transfusiones, por lo que ella desea preguntar qué está pasando.
Calvo fue uno de los grandes defensores en la historia de Alajuelense, fue campeón con los rojinegros en los años 1966, 1970 y 1971 y jugó con leyendas manudas como Errol Daniels y Juan José Gámez, entre otros.