Deportes

Fiebres morados demostraron que el amor por Saprissa desconoce distancias y limitaciones

El Monstruo abrió las puertas de su entrenamiento y algunas historias dejan en claro la pasión que sienten sus aficionados

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Luis Eduardo Leiva, de 20 años, salió este jueves a las 10 de la mañana de su casa en La Rita de Guápiles con destino al estadio Ricardo Saprissa.

Junto a su mamá, Ileana Vargas, iba para el entrenamiento a puertas abiertas que tuvo el Monstruo a las 4 p.m. El joven llevaba toda la ilusión de pescar alguna foto o autógrafo del equipo que lo vuelve loco.

Pasadas las 10:30 a.m., el bus de la empresa Guapileños salió del cantón de Pococí rumbo a Chepe, un viaje un poco cansado para un joven con capacidades especiales como Luis Eduardo, quien padece de parálisis cerebral y anda en silla de ruedas, encontrar rampas por donde pueda andar es todo un tema, pero con tal de ir a la Cueva a ver a sus ídolos no hay obstáculos.

“Vea yo no vine, a mí me trajeron, pero con tal de que él esté contento yo hago el viaje que sea, es la segunda vez que venimos a este tipo de eventos y la primera vez le gustó tanto que teníamos que venir de nuevo, esa es la ilusión de él”, nos contó la mamá mientras su hijo se tomaba fotos con algunos trofeos de campeón del club, colocados a la entrada de una de las graderías para que los fiebres los pudieran ver de cerquita.

Por su condición, Luis tiene problemas para hablar y no escucha algunas cosas bien; sin embargo, en cuanto le mencionamos el nombre de Wálter Centeno, nos entendió clarito pues en la cara se le pintó una sonrisa de oreja a oreja, al igual que los más de mil aficionados que fueron a ver al Paté en su tercer entrenamiento en el Sapri.

“Eso me tiene muy feliz, que esté Paté aquí, es de mucho orgullo”, nos dijo el muchacho, quien estaba muy emocionado.

La pasión que siente Leiva por el Monstruo es tan grande que su casa está pintada de morado y blanco y su cuarto está lleno de cosas de Saprissa y ni si se diga cuando hay mejenga de los morados, hasta molesta a sus familiares que son manudos, porque a pesar de que padece la parálisis, su mente está en todas y hasta sacó un técnico en el INA como repostero.

“Si veo a Centeno me gustaría saludarlo, tomarme una foto y decirle que es un gran entrenador”, agregó Luis Eduardo.

Sin obstáculos

Por ahí cerca, en las gradas de la Cueva, nos encontramos a Jonathan Sánchez, un vecino de la Isla de Moravia, a quien no le importa andar en muletas, no se quería perder la oportunidad de ver cerquita al equipo de su corazón.

Quien anda en muletas que cualquier distancia, por más mínima que sea, no es jugando, no es comida de trompudo desplazarse.

A saltitos, este hombre de 33 años ya se acostumbró a andar así, una enfermedad lo hizo tener una pensión de la Caja Costarricense del Seguro Social por invalidez. Un amigo lo ayuda a ir al estadio y le colabora con el tema de las entradas, así fue como estuvo este miércoles en el debut del Paté ante el Santos, una figura a la que le tiene mucha fe.

“Tengo discapacidad de parálisis cerebral con paraplejía, pero para mí eso no es obstáculo para estar acá. Siempre tengo que estar preguntando por la accesibilidad para nosotros los discapacitados, porque acá no hay un lugar exclusivo para nosotros, los de seguridad ayudan en los partidos para entrar por lugares más prácticos, pero eso no me quita la ilusión de venir", indicó.

Algo con lo que este hombre sueña es con conocer a los jugadores morados y poder compartir con ellos. Como a Rándall Leal, a quien conoce de manera más íntima porque vive cerca de su casa, de hecho es de los futbolistas que más admira por su talento.

Jonathan estaba feliz de la vida cuando jugadores como Mariano Torres, Michael Barrantes, Juan Bustos Golobio, Aubrey David, Luis José Hernández, Johan Venegas o Aarón Cruz se acercaron a la malla para compartir con sus fanáticos.

“Para uno está actividad es algo lindísimo, yo hubiera deseado cuando estaba pequeño vivir algo así, venir al estadio y poder compartir con los jugadores. Entonces ahora a uno nada le cuesta estar con ellos y devolverles un poco del cariño que nos dan”, indicó al respecto Golobio.

En Tibás cargaron baterías de cara al clásico con el cariño de su afición muy de cerca. Los fanáticos los llenaron de mensajes para que este sábado les den una nueva alegría ante su archirrival.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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