Miguel Brenes tiene trece años de tener un Toyota Corolla modelo 72, que le ha sido de gran ayuda, ya que es el que utiliza para movilizar a sus tatas, don José Domingo Brenes, de 95 años y doña María de los Ángeles Alvarado de 90.
Miguel, de 61 años y vecino del Alto de Guadalupe, utiliza este chuzo tipo sedan, cuatro puertas, azul y original para estar llevando a sus papás a las citas médicas y sacarlos a pasear.
El chuzo es muy parecido a uno que compró de agencia su tata en 1973, solo que esa nave era de dos puertas y amarillo.
Cuando compraron ese carro, que costó poco más de 50 mil colones, Miguel le empezó a sacar el jugo apenas sacó la licencia y lo anduvo por todo lado.
Posteriormente Miguel se independizó y se dedicó a sus cosas y a manejar buses y tráileres por lo que iba constantemente a Limón, donde tiene familiares.
Lamentablemente, su padre tuvo un accidente de tránsito (no precisó la fecha) y el carrito que tenía no quedó muy bien por lo que decidieron vender algunas partes del carro y dejarse algunos repuestos, ya que eran originales.
Como don Miguel sabía del cariño que tu tata le tenía a la nave empezó a buscar un carro parecido y de paso aprovechar los repuestos que no vendieron para usarlos si era necesario.
Su búsqueda finalizó hace trece años cuando vio un chuzo como el que buscaba en Moravia y que le gustó mucho, por lo que se animó y les preguntó a los dueños si estaban dispuestos a venderlo. Él recuerda que lo atendió una señora, que de una le preguntó al marido.
“Dijo que sí, se lo vendemos. A nosotros los que nos sirve es un pick up”, recordó.
Don Miguel compró el carrito (no dio la cifra), el cual estaba en muy buenas condiciones, aunque aprovechó y le metió los repuestos que tenía del carro de su papá para dejarlo mejor todavía, por lo que desde ese día, el hombre tiene la nave como un ajito.
“Solo le faltaban las copas, se las puse de fábrica, de las que son de metal. Todo le trabaja perfecto, los frenos, las direccionales, el motor es estándar y es de gasolina. Está original y tiene todos los emblemas”, dijo.
Lamentablemente hace un año cuando falleció la persona que se encargaba de cuidar a sus padres, por lo que don Miguel decidió cuidarlos y la nave le quedó de perlas porque le sirve para moverlos por todo lado.
“Yo lo llevo (carro) a cualquier lugar, ya he ido a Limón varias veces y funciona perfecto”, dijo.
Don Miguel dice que el chuzo se lo piropean a cada rato y que le han ofrecido comprarlo, pero asegura que el carrito es de la familia y que no está en venta.
“Si el otro carro no hubiera tenido el accidente todavía estaría con nosotros. Por eso quería uno muy parecido, pero como este es de cuatro puertas me sirve más para movilizar a mis papás”, mencionó.