Saprissa, en las fases finales, siempre echa mano de un arma con la que según los morados no cuentan otros equipos y en ocasiones marca diferencia: el ADN saprissista.

Para la gran final no fue la excepción, el Monstruo sacó pecho por ese gen ganador, pero parece que olvidó que el técnico rival, Jeaustin Campos, también lo porta.

El entrenador del Herediano podría ser, incluso, la personificación de lo que significa ese ADN, pues sabe cómo se juegan las finales y lo más importante de todo, sabe ganarlas como sea, por eso levantó cinco cetros con los morados.

Jeaustin sabe que difícilmente se quitará de encima ese pasado morado, o como él dice, la marca en la frente de la cruz de la parroquia, sin embargo, es un profesional y más bien toda esa espuela que sacó en su antigua casa la puso a total disposición de los florenses.

Los discursos del ADN parecen no surtir mucho efecto en él, porque como dice el refrán, “a mí con flores si soy jardinero”.

La manera como el Team llevó el juego de este jueves en la Cueva, el cual ganó 1-0, sin que el público pesara ni que la S le hiciera daño, fue una muestra del estudio que hizo Jeaustin previo al partido.

Ganar es lo que cuenta

Un periodista que conoce muy bien al Saprissa, uno de sus exjugadores y un antiguo asistente de Campos nos ayudaron a explicar por qué el discurso del ADN morado no iba a surtir efecto en el ahora rojiamarillo.

“Él conoce mejor que nadie lo que estar en el Saprissa, lo que le inyectan a los jugadores desde divisiones menores, cómo los enseñan a ser ganadores, pero en definitiva diría que él ahora encontró un plantel en Heredia que también sabe lo que es ser campeón y jugar estos partidos, por eso la serie está tan ajustada”, cree Diego Giacone, exasistente de Jeaustin.

Diego dice que a él, por lo que conoce a su excompañero, no le sorprendió en lo más mínimo lo visto el jueves en la Cueva.

“Heredia hizo un juego que nadie se lo esperaba y en el que Saprissa no supo vulnerar la línea defensiva, habla también del conocimiento del medio que tiene y qué era lo que desesperaba o le dolía a Saprissa.

“Lo que aplicó Jeaustin tal vez no fue muy vistoso, pero en definitiva a la gente lo que le importa es ganar el título, si es con juego lindo o no. Después del domingo esto quedará solo en una anécdota, de lo que se va a acordar la gente es quién salió campeón. Él quiere ganar y está pensando de esa manera”, añadió.

Diego dice que, incluso, la fórmula que aplicó Jeaustin en el duelo de ida se le parece a la que usaron él y su hermano José en el 2019 cuando le arrebataron el título al favorito Alajuelense, igual con los florenses.

Jugó con las emociones

Randall Porras, exjugador de Saprissa cuando Jeaustin dirigía, destacó como el técnico jugó con las emociones del partido y mantuvo tranquila a la grada para que el local no se encendiera ni arrancara. Allí aprovechó su experiencia.

“Heredia tiene un entrenador que conoce muy bien el medio y que no podía permitirle al rival crecer en el juego, sabe qué ese es el fuerte de Saprissa y una forma de no permitirle crecer es intentar neutralizar las virtudes.

“Heredia se siente muy cómodo con la ventaja en la serie y sabe qué le sirve”, comentó.

Porras es claro en que el papá de ese ADN morado no es Jeaustin, pero como es de cuna tibaseña sabe muy bien cómo manejarlo.

“Para que esta fórmula o este ADN funcione tiene que haber una compenetración del cuerpo técnico y jugadores, ahora bien, del lado rival tienen una persona que sabe bien cómo hacer para que no inicie la chispa y empiece a ganar confianza y los meta en el marco rival”, detalló.

Inteligencia

Para el periodista José Pastor una de las virtudes más grandes que tiene Jeaustin es su inteligencia.

Para él en el fútbol se trata de ser más vivo que el rival. El ADN morado es ganar, de cualquier manera, aunque no sea muy bonito.

“Saprissa se topó con un técnico inteligente que detectó que juegan exactamente igual en todos sus partidos de local, lo que hizo Jeaustin fue analizar eso, le pasó una vez, pero ya dos no. Controló a Marvin Angulo y a Christian Bolaños, el resto viene por añadidura, sin medio campo no hay ataque.

“Muy bien se dice que las finales no se juegan, se ganan, el técnico español quería jugar muy bonito y Jeaustin Campos quería ganar, esa fue la gran diferencia. El cómo se dio es algo que a la historia le importa poco”, comentó Pastor.

El comunicador cerró alagando la carrera de Campos. “Yo no soy muy partidario de él, pero tengo que reconocer que es el técnico más exitoso que hay en el país”.