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La confesión más fuerte de Óscar Ramírez de su época como entrenador de Alajuelense

Óscar Ramírez reconoció un detalle que pesó mucho en su vida personal

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Durante su etapa como entrenador de Alajuelense, entre el 2010 y el 2014, Óscar Ramírez se entregó en cuerpo y alma a su trabajo, tanto así que no tenía mente para nada más, ni siquiera su familia.

En una entrevista en el programa Armemos Quilombo, el canal TD Más, el Machillo le confesó a los argentinos Pablo Gabas y Diego País que su nivel de obsesión con el trabajo era altísimo.

“Los cinco años míos en Alajuela fueron muy duros; yo de mi vida no me acuerdo de nada, era del cuarto donde veía los videos a entrenar, lo único que faltó es que me pasaran la comida por debajo de la puerta, solo eso.

“Yo era de ver los últimos tres partidos del rival, analizar el balón parado, que si era un tipo que mantenía una estructura, perfecto, me ayudaba mucho, porque en uno o dos partidos ya le encontraba por donde”, recordó.

Comentó que en esa época su familia sabía que estaba tan metido en el trabajo que no podían ni tocarle la puerta cuando estaba analizando videos.

“La mujer mía estaba clara en eso, es que si estás metido en un partido, en una concentración viendo un video, que alguien llegue y te interrumpa, te corta, porque cuando estás ya viendo y analizando es una concentración que es la que te va cansando. Es ir conociendo lo que el otro técnico está pensando y cómo se comporta en tales situaciones, esa parte a mí me abría mucho la mente”, comentó.

Machillo contó que su obsesión con los videos se dio luego de que en su época de jugador, el entrenador serbio Bora Milutinovic, en el mundial de Italia 90, les hacía muchas correcciones.

“En el 90, en el gol de Juan Cayasso (a Escocia) Bora llega y me dice, ‘muy bien Óscar, esto, movés, abrís el espacio para que entre Marchena y viene toda la jugada del gol, pero error. ¿Cuál?, que yo seguí hacía el tiro de esquina en lugar de hacer un giro e ir al segundo palo, porque la bola le pegaba al portero y se iba para allá, me tocaba a mí cerrarla y no lo hice.

“Me dio vergüenza que el señor me señalara eso y, entonces, comencé, me enamoré del video, porque ahí no hay mentira, ahí usted descubre todo”, explicó.

Otro detalle que recordó es que mediante el video puede ver cuando un jugador toma decisiones por su cuenta y se le hacen observaciones para que crezca o para saber qué sucedió. No es cortarles la iniciativa, sino analizar las motivaciones.

“Cuando estaba con los muchachos les decía, intenten hacer algo, porque muchas veces uno manda una directriz y el jugador está sintiendo otra cosa y puede cambiarla. Luego, yo interpretaré en el video qué se dio y le pregunto. ¿Porqué hiciste eso, para lucirte o para ayudarme al equipo?, ¿por qué?

“Ya luego él me explicaba y le decía, ok, tenés razón, te la creo, porque yo en algún momento pasé algo así y en otras uno veía y ya decía, ‘no, no, ojo, estás haciendo una cosa para sacar provecho del equipo y eso no se vale, en otra ponete vivo, por que no va a ser así”, tiró.

La charla compartida en las redes sociales de TD Más fue un boom. El programa se repite este domingo a las 4 p.m y es el último episodio de la tercera temporada.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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