Sin mucho mate el DT del Herediano, Héctor Altamirano está haciendo muy bien las cosas y de momento nos tiene en las nubes.
No podemos tirar las campanas al viento pese al buen momento que vive el equipo, el objetivo principal aún está lejos y parece que en sus declaraciones el señor Altamirano lo tiene claro.
Podría escribir muchas bondades de este Herediano, el nivel de uno u otro, la jugada de aquel o el movimiento del otro, pero creo que es momento de escribir del técnico, vino en silencio y su trabajo es el que se está encargando de hacer ruido.
Piti, con todo respeto, no necesita hacer aspaviento en la zona técnica, contrario a otros que se vuelven locos y nunca están en su zona y que posiblemente sus jugadores no les hacen caso.
Él es un entrenador que sabe lo que hace e inculca su idea en los jugadores y de momento todo marcha bien.
Sus movimientos tácticos llaman muchas veces la atención, el resultado y desenvolvimiento del equipo tras ejecutarlos le dan la razón, al DT del “Team” no le da miedo cambiar a ningún jugador o hasta dejarlo en banca por una idea de juego y parece que los futbolistas lo entienden y hoy lo primero es el grupo y eso hace que todos se vean mejor.
Hoy más que nunca estamos obligados a ir al estadio, el equipo está respondiendo en el campo y el aficionado debe hacerlo en las graderías.
El juego de este miércoles es bravo, enfrentamos a uno de los nuestros en el banquillo, Minor Díaz, intentará seguir con buen paso en su Liberia y de paso frenar la buena racha de su amado Herediano.
PD : Hay un tema que me preocupa que puede ser determinante en las finales. Hay jugadores que parece intimidan a los árbitros, ahora que los réferis están muy unidos sería bueno que analicen lo que hacen mal. En el juego entre Alajuelense y Herediano el equilibrio en amonestaciones NO EXISTIÓ .
Celso Borges pegó y pegó y el árbitro se asustó y no lo amonestó, Moya hizo una falta fuerte, Joel un par y nada de nada, mientras que el joven Andy Rojas cometió una infracción “normal” y sin mucho le mostraron amarilla ¿Miedo? ¿temor a los experimentados rivales? ¿Al estadio? No lo sé , pero se notó mucho la falta de equilibrio.