Las argollas colgantes, los aros, el 0 a 0. Ese marcador sin goles fue la tónica en los juegos de ida de las semifinales del torneo nacional.

Primero fue en el clásico nacional entre Alajuelense y Saprissa, y luego en el duelo de ayer entre Puntarenas FC y Herediano.

Eso sí, el 0-0 en el Lito Pérez fue muy diferente al que se dio en el Morera Soto, el cual estuvo cargado de emociones e incluso los porteros Leonel Moreira y Kevin Chamorro fueron protagonistas.

El de este domingo no. Fue un juego aburrido y lento, que deja todo para decidirse en el Colleya Fonseca de Guadalupe, a donde el Puerto llegará con la consigna de anotar un gol para obligar a los florenses a meter dos, ya que en estas instancias el gol visita “vale doble”, es el primer criterio de desempate. Dicho en sencillo, otro 0-0 manda a tiempos extra, pero un empate con goles le da el boleto a la final a los naranjas.

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Justo

A decir verdad, el resultado fue el premio justo para un partido que no logró despegar nunca en emociones, las cuales fueron contadas con los dedos de una mano.

Donde sí hubo emoción fue en las gradas y en los aficionados porteños, que desde el viernes andan vueltos locos de la alegría con su equipo compitiendo en las semifinales, lástima que el juego se quedó corto.

Puntarenas FC tomó el control del juego o al menos lo parecía. Tenía la bola, pero sin claridad, y el Herediano, a sabiendas de lo que se jugaba, marcó en el medio campo, esperó al rival en su zona y lo anuló por completo.

Lo malo, para el espectáculo, no para ellos, es que tenían poca llegada. El libreto del Team indica atacar al recuperar la bola, pero no llegó con la chispa de otros días y el Puerto estuvo atento a las coberturas.

En esas circunstancias, la primera etapa fue sumamente aburrida, pero el complemento también.

Rescatamos un remate de Kevin Sancho a la media hora que pasó muy cerca del palo de mano izquierda del portero Esteban Alvarado y un paradón de Guido Jiménez a un remate de Keysher Fuller al 37′. En el rebote anotó Anthony Contreras, pero en posición adelantada.

Sin despegar

En el complemento, el cuadro chuchequero empezó mejor. Siguió controlando la pelota, pero quizás con un poco más de criterio y logró hilvanar una acción de peligro al minuto 49.

Jurguens Montenegro le metió un pase a Steven Williams, con toda la ventaja, pero el delantero limonense se tardó una eternidad para sacar el remate y dio tiempo a que fuera marcado.

Los porteños presionaron y crecieron en el juego con la picardía de Montenegro y Williams, el pundonor de William Fernández y los laterales Kevin Vega y Kliver Gómez, pero el cuadro de Hernán Medford soportó el asedio sin contratiempos.

Hasta las gradas se enfriaron con el espectáculo, aún sabiendo que para el Puerto el empate sin goles no es tan malo, por lo explicado anteriormente del gol de visitante.

Herediano en el cierre se sacudió un poco del dominio y lo intentó con Gerson Torres y con los cambios, Kenneth Vargas y Arturo Campos, pero fue una jugada que terminó Aarón Salazar, al 69′, la más peligrosa. El lateral remató cruzado dentro del área y la pelota pasó rozando el poste de mano izquierda de Jiménez.

Y no hubo más que contar. El Team y el Puerto sacaron un 0 a 0 que pone a las argollas colgantes de moda en las semifinales, pero con partidos muy diferentes en el cada semifinal. La de ayer estuvo brava y aguerrida, pero con muy pocas emociones.

El juego de vuelta está programado para el sábado 8 de la noche en el estadio Colleya Fonseca, donde el Team intentará aprovechar su condición de local y seguir en el camino al título 30.