País todavía roquea

Dicen que lo que bien se aprende nunca se olvida y ciertas pasiones como el fútbol son difíciles de dejar atrás aún cuando se está retirado de hacerlo profesionalmente. La emoción del solo estar en una cancha peleando por una copa es suficiente motivación para Diego Joaquín País.

El argentino hace dos años colgó los tacos jugando para Puntarenas FC en la Liga de Ascenso, pero hace un mes se los volvió a poner para meterle el hombro a la Selección de San Rafael Abajo de Desamparados a ganar la final de la Primera División de Linafa y ascender a la segunda división.

Han pasado diez años desde que el atacante llegó a Tiquicia y es lógico que haya cambiado en todo este tiempo. País ya no usa su característica greña larga, ni se enjacha con algún rival que lo provoque, a sus 40 años es un tipo más sereno que pasa bolados a sus compañeros.

País afirma sentirse bien para jugar lo que el técnico desamparadeño Gustavo Picado decida. Ya sea una mejenga completa o un ratito.  En el partido de ida de la final ante Santa Ana el domingo pasado entró de cambio por 15 minutos.

Algunos gustos no cambian, le sigue gustando el rock y los Rolling Stones además de la buena comida argentina, como la del restaurante El Tenedor Argentino, frente al Teatro Nacional, sobre la avenida segunda, lugar donde trabaja durante el día. De noche toca entrenar.

"Estoy muy contento con la gente de Desamparados que me dio la oportunidad de volver al fútbol y tratando de dar una mano a esta institución que está haciendo un gran sacrificio para devolver a segunda a un cantón tan importante", dijo País.

Para el che, el fútbol es igual se juegue donde se juegue y con la gente de "Sanrafa" se ha encontrado un camerino como cualquier otro que se topó en la Primera División.

"Los vestuarios son siempre iguales, los chicos me han recibido de la mejor manera, a varios ya los conozco por haber integrado alguno que otro equipo. Cuando Desamparados clasifica a los cuartos de final podía inscribir a un jugador más y con la idea de sacar el campeonato me hablaron de venir. Conozco a (Juan Gabriel) Calderón, capitán del equipo, me tiró la idea y acepté con mucho gusto", explicó el atacante.

País comentó que lo lindo es que esta oportunidad le llegó de sorpresa, porque cuando esperó que alguien lo llamara nadie lo hizo. "Cuando quise seguir jugando nadie me dio bola", destacó.

El compromiso de jugar es algo que todavía siente a flor de piel, no importa la categoría, una persona de tanta garra como él afirma no saber hacerlo de otra manera, es algo que se trae.

Diego no sabe si seguirá jugando al fútbol, por ahora solo lo disfruta y espera la mejenga del próximo domingo, a la 1:30 p. m., para dar la vuelta a la derrota de 4-2 de "Sanrafa" y dejar el título de Linafa en los barrios del sur.