Este jueves, a las 11 a. m., los paramédicos de la empresa Emergencia Vital estaban bien sentados en las oficinas de su sede en Desamparados, San José, para ver por tele el partido entre Limón y Alajuelense.

Cuando pasaron dos o tres minutos, se quedaron extrañados porque no empezaba la mejenga y se dieron cuenta que no había ambulancia, sin sospechar que esa situación los haría salir en carrera al Estadio Nacional, pocos minutos después.

Lo que fue una mañana muy tranquila, se transformó en un carrerón para llegar hasta La Sabana lo antes posible y de una forma casi insólita, lograrlo en 11 minutos.

Al ausentarse el servicio de emergencias, a ellos les cayó el chicharrón de irse para la Joya y salvar la tanda, porque sin su presencia, simplemente no se podía jugar.

“La llamada nos ingresó a las once y diez de la mañana para alistar la ambulancia y venirnos al partido. Como ambulancia estamos acostumbrados a correr, pero llegamos en realidad muy rápido”, explicó Joselyn Molina, una de las paramédicos.

La empresa llegó con tres ambulancias de soporte avanzado y 15 personas, para poder cumplir, como se debe, lo que establecen este tipo de eventos. Ellos trabajan con equipos como Grecia y Universitarios, por lo que saben cómo es la cosa.

Al llegar al estadio, primero bajaron camillas y todo lo que necesitaban a mano y cuando aparecieron en la pista del estuche, a las 11:33 a. m., los silbidos y los aplausos se mezclaron en algunos sectores.

“La llegada fue un poco aparatosa para nosotros, todo mundo nos gritaba y hasta nos silbaron, pero no era culpa de nosotros, la entrada fue un poco incómoda por esa situación", dijo Joselyn, quien tiene cuatro años en este campo.

Salieron felices

Más allá de las carreras, los paramédicos bromearon entre ellos por cómo pasaron de ver un partido en tele, a hacerlo a ras de cancha y en la que los esperaron con ansias.

“Ya nos ha pasado esto antes, no es tan común, pero ya ha ocurrido, que equipos nos llaman a última hora y nos dicen, ‘en quince minutos empieza el partido, necesito una ambulancia aquí ya, porque nos van a clausurar el evento'”, destacó por su parte Giancarlo Molina, otro de los paramédicos.

Para dicha de los dos, ambos son manudos, por lo que llegaron a la mejenga con muy buena gana y se fueron felices con el triunfo del equipo de sus amores.

“A mí me gustó el partido, me parece que la Liga se ve bien, ojalá siga así, por parte de los dos equipos creo que fue un buen juego y por dicha todo salió bien en términos generales”, indicó Giancarlo.

Estaban tan contentos que ni siquiera les molestó mojarse cuando cayó la lluvia sobre el Nacional en el segundo tiempo, ellos simplemente se pusieron una capa y siguieron en lo suyo como si nada.

Los compañeros sí dejaron claro que esta es una experiencia que, sin duda, queda apuntada en el libro de anécdotas como el día que todos estaban deseando verlos.