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Pareja de Erick Marín: “Mi novio es un campeón”

Su novia, María del Mar Aguilar, cuenta cómo ha sido la lucha contra el cáncer

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Estar enfermo es difícil, sobre todo cuando se lucha por tercera vez contra el cáncer y le informan que las posibilidades de ser papá, se reducen considerablemente.

Todo esto lo está viviendo el futbolista Erick Marín y de paso, su novia, María del Mar Aguilar, quienes son pareja desde hace cinco años. Hace poco más de un mes el jugador se enteró que tiene un tumor en la ingle, razón por la cual está internado en el hospital México para recibir un tratamiento de trasplante de médula.

“Aunque no es un hecho que sea así, con los tratamientos pasados le dijeron que podría quedar estéril y este tratamiento ahora es cien veces más fuerte que los anteriores”, cuenta Aguilar, quien no tiene hijos, a diferencia de Marín, quien es padre de un varón.

Todo lo anterior hizo que Marín, en un gran gesto de amor, le confesara a María que no quiere hacerle daño, especialmente, porque sabe que los niños la vuelven loca.

Ellos ya habían hablado de casarse y tener hijos, por lo que cuando les dieron la noticia de las altas posibilidades de quedar estéril, Marín lloró.

"Me dijo que si sentía que yo no iba a poder con todo, lo mejor era que me fuera, porque él no quería ser una carga para mí. Me abrazaba muy fuerte, me decía que no le mintiera, que él sabía que yo quería tener hijos, ese momento fue un trago muy duro”, indicó la joven.

No obstante, Aguilar sacó a relucir su característico humor y le dijo a Erick que no se preocupara porque al no tener hijos, la herencia le quedaría al hijo del futbolista y así no habrá pleitos por eso. Ella le recalcó que mientras esté bien y logre salir adelante de la enfermedad, Dios se encargará de todo lo demás.

La enfermedad también se trajo abajo un paseo que la pareja tenía planeado hacer para estos días a Bocas del Toro, en Panamá.

Dolor en el nervio ciático lo alertó

Consultada sobre cómo se enteraron de que Erick tenía un tumor, Aguilar reveló que todo empezó debido a un dolor en el nervio ciático de su novio.

Aparentemente Marín ya no tenía cáncer y hasta le pidió una carta al médico donde se indicara que no estaba en tratamiento ni recibiendo quimioterapia para jugar fútbol, algo que volvió a hacer en noviembre anterior con Guadalupe.

“Siento que ahí entra la confusión, porque le dieron alta del tratamiento, pero estaba bajo control y con citas, pero en los últimos días de entrenamiento sintió un dolor en el nervio ciático y él pensaba que era por haber pasado tanto tiempo sin hacer nada y que eso le estaba pasando factura”, comentó Aguilar.

En el equipo lo inyectaron para liberarle el nervio y ver si desaparecía el dolor, pero se le empezó a inflamar la pierna derecha.

Al principio pensaron que había sido una mala praxis, sin embargo, María tiene un hermano médico y les dijo que dieran tiempo para esperar a que bajaba la inflamación.

Pero los días pasaron, el dolor seguía y entonces mandaron a Marín a hacerse exámenes de laboratorio y casi un mes después se enteraron que el tumor en la ingle era la causa del dolor.

“El ganglio bajó e inflamó el nervio ciático y una de las venas principales de las piernas, esa era la causa de la falta de circulación y que le estaba haciendo el morete. El doctor nos dijo que el cáncer volvió, que las micropartículas que habían quedado en el cuerpo se unieron y formaron un nuevo ganglio y que una opción era ponerle quimio y otra hacerle un trasplante de médula", señaló Aguilar.

Recordemos que la primera vez que Erick recibió quimio fue por un tumor en el testículo, en el 2017, y en el 2018 volvió a pasar por lo mismo por un tumor en el pecho.

El médico les explicó que el caso de Erick pasa porque el cuerpo presenta rechazo a la quimio, ya que de no ser así, hace rato estaría sano.

Con el trasplante ahora buscan sacarle la médula, ponerle la quimio y luego se la vuelven a trasplantar; este método se usa cuando las dosis de quimio deben ser muy fuertes. Este procedimiento solo lo realiza el Hospital México.

Aguilar explicó que el tratamiento es delicado, al punto que Marín tiene ahora las defensas de un bebé, pese a tener 37 años.

Debe recibir tres bloques de quimio, cada una consta de tres sesiones de 24 horas y una de 12 horas, descansa un día y al otro día le hacen el implante de célula madre; actualmente va por la mitad del primer bloque.

“Mi amor es un campeón, no baja los brazos, él es un ejemplo y soy la novia más orgullosa. Si tuviera que volver a elegirlo, lo elijo a él”, finalizó la valiente novia.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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