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Román Torres rescató el orgullo del Cartaginés ante una Liga que pecó de confiada

Brumosos siguen sin ganar tras siete juegos.

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Cuando la Liga ya se sentía con tres puntos más el panameño Román Torres le aguó los planes con un gol al cierre del partido para igualar 1-1, y darle oxígeno a Hernán Medford y al Cartaginés en una aguerrida mejenga jugada en el Fello Meza.

La Liga tuvo uno de sus partidos más extraños del torneo, inició arrasador y se puso en ventaja muy rápido, apenas al minuto 11, después al Cartaginés le expulsaron a Bismar Acosta al minuto 32, aquello olía a festín rojinegro, pero fue todo lo contrario, el León entró en un letargo rarísimo y lo pagó carísimo al final del partido.

Cuatro años tiene Cartaginés de no derrotar a la Liga, pero este empate le sabe a gloria por cómo se consiguió, pero en la tabla le ayuda muy poco.

Los blanquiazules suman tres de los últimos 21 puntos, en sus aspiraciones el empate sin duda se queda corto, pero al menos mostró carácter y orgullo en un partido en el que llegaba en el papel de “víctima”.

Enfrentarse al líder y campeón nacional en la situación que estaba el Cartaginés era la motivación necesaria para levantarse o terminar de hundirse de una vez con todo y Pelícano.

Para la Liga la igualada es una llamada de atención, tal vez una cachetada, equivocó el camino, no jugó bien y no le metió a ratos la intensidad que debía ante un rival que estaba debilitado. Al punto que solo realizó tres remates directos a marco.

La mejenga además era una prueba para Hernán Medford y lo que para muchos podía dictar su continuidad en el banquillo brumoso, porque igual el equipo sigue sin ser brillante.

Desde muy temprano en el juego, los brumosos se metieron en problemas, apenas a los diez minutos a Johan Venegas lo derribaron en el área, un penal que Ricardo Montero se comió estando al frente.

Un minuto más tarde apareció Marcel Hernández, en una jugada en la que tuvo hasta suerte, pero así son los goleadores, la pecosa le puede llegar de cualquier manera y ahí depende de ellos.

Alex López cobró un tiro de esquina hacia las afueras del área, Daniel Arreola le dio un cabezazo que Bismarck Acosta, en su debut con los blanquiazules, rechazó pero la pecosa le pegó en la cara a Bryan Ruiz dejándole la redonda servida al Cuba para dar una media vuelta y clavar a su exequipo.

El isleño no quiso celebrar, solo hizo una reverencia, alzó los brazos, pero cumplió con su brete como se debía, haciendo realidad los temores de los fiebres locales, que su examor los pondría a sufrir.

Con este tanto Marcel ya le anotó a todos los equipos de primera, solo le falta Cartago, aunque el torneo pasado marcó un autogol vestido de brumoso.

Durante la primera etapa, las acciones ofensivas eran de un solo lado, para el León, quien llegaba con insistencia, mientras que Leonel Moreira fácil su podría haber ido a tomarse un yodazo.

Lo único de los locales fue un tirito que le llegó rodado a las manos a Leo, en una jugada de Cristhopher Núñez que llegó al área trastabillando por una falta que se dio afuera y que Ricardo Montero tampoco pitó.

No les podemos decir nada más de Cartaginés en la primera parte, porque eso fue todo, mientras tanto la Liga volvió a tocar la puerta con un tiro libre de Jurguin Román al 22, que llevaba potencia pero le faltó colocación.

Por esa misma vía Venegas hizo otro intento a marco que también fue directo a la manos de Marco Madrigal.

Quién tuvo un debut para llorar fue el Chirriche Acosta porque se fue expulsado a la media hora por acumulación de tarjetas amarillas.

En solo cinco minutos el defensor se pegó la rifa, por dos faltas, la segunda una barrida fea a los tobillos de Marcel que bien, bien daba para roja directa.

Expulsión levantó al Cartaginés

Ya con diez la cuesta era más empinada, porque las ideas no destacaban por ningún lado,

En Cartaginés no aparecía Núñez, RoRo, Bonilla u otros en ofensiva, atrás solo Willian Quirós era quien estaba sacando la tarea y bloqueó varios remates manudos que llevaban veneno.

Ese coraje y pundonor que ponía Willy era el que necesitaban los locales para sacar esto adelante ante un rival para muchos superior.

En el segundo tiempo, el León se apatezó, porque tocaba mucho la bola, pero nada que remataban, al mejor estilo del Saprissa de Wálter Centeno,

Cartaginés apeló al corazón y así se fue acercando poco a poco y fue quien más jugadas de peligró generó, aunque la mayoría de sus ataques los desarmaba la zaga eriza.

Ya para el cierre, cuando se pensaba que se le acababa el tiempo, apareció el panameño Román Torres para poner el empate, luego de un tiro de esquina cobrado por Ronaldo Araya

El canalero pegó un cabezazo, la pecosa dio en Johan Venegas y se metió abajo en una esquina para que la pulseada blanquiazul valiera la pena.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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