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Sporting desaprovechó el primer tiempo de ventaja que le dio la Liga

Josefinos aún no están salvados del todo del descenso

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Sporting desaprovechó el primer tiempo de ventaja que le dio Alajuelense este lunes ya que cuando el León despertó, el asunto fue otra cosa.

Los manudos ganaron 2-1 pese a que tenían 17 días sin jugar por contagios de covid-19 y las medidas sanitarias que obligaron a que este partido se jugara este lunes y no hace una semana, para cuando estaba pactado.

El León, antes del parón, venían con un paso arrollador. En sus últimos cuatro partidos anotó de tres pepinos para arriba, sin dar muchas opciones a sus rivales.

En esta ocasión, la Liga tenía al frente a José Giacone, un técnico muy espueludo, que sabe muy bien cómo jugarle al campeón nacional y ponerlo en aprietos, algunas veces le ha salido, otras no, pero sí tiene una idea clara de cómo entrarle.

Sporting la tenía clara, debía pararse atrás --algunos dirían meter el bus--, regalarle la bola al León y meterlo en broncas en la contra.

Casualmente, quien entendió mejor esa idea fue Jostin Daly, quien empezó en la banca y entró a la mejenga apenas a los 15 minutos por la lesión de Jonathan Hansen.

El Pampa no había mostrado peligro, pero entró Daly a ser el jugador más majadero en la primera parte, una etapa en la que los erizos lucieron demasiado confusos.

La Liga del primer tiempo no era la Liga, es decir, no tenía profundidad, no llegaba por la banda y no metía al rival en el marco como sí lo hizo en el resto del campeonato.

Esa pasividad no era solo en ataque, ya que a Daly se le permitió, por ejemplo, llevar el balón casi desde la media cancha hasta las afueras del área adonde abrió el marcador de forma sorpresiva, al minuto 31.

El atacante de Sporting llegó a la entrada al área y José Andrés Salvatierra y Daniel Arreola se le pararon en frente sin irlo a presionar, como si se les paseara el alma por el cuerpo.

Daly se avispó, hizo que iba a correr por fuera, pero enganchó para adentro y los defensas se fueron en la finta, se acomodó a su perfil y le metió un riendazo al balón que se metió cerquita del ángulo. Golazo imposible para un Leonel Moreira que nada más se estiró para la foto.

Tres minutos después Arreola apenas pudo desviar otro remate de Daly al que los manudos no hallaban cómo frenar.

La cosa lucía fea, más por lo que no podía generar al frente, pero cuando un rival tan potente no luce bien hay que matarlo y los josefinos apenas pudieron hacerle uno y con eso se quedaron cortos para un complemento teñido de rojo y negro.

Otra mejenga

Para el segundo tiempo, apenas a los 28 segundos el León dijo “hasta aquí” y le empató el partido con un cabezazo de Johan Venegas, quien ingresó por un irreconocible Marcel Hernández que no tuvo ni una sola opción de peligro.

El cubano tenía un mes sin jugar por lesión y después por dar positivo con covid-19.

El tanto de Venegas nació de un centro medido de Yurguin Román, quien le puso la bola en la cabeza al Cachetón, que mandó a guardar la primera pelota que tocó.

Con ese tanto, el Cachetón se le fue arriba a su compañero cubano en el goleo y empató a Javon East en el liderato de anotadores, con 12 pepinos.

El empate golpeó tanto a Sporting que lo único que atinó a hacer fue a encerrase mientras se le aclaraban los nublados del día, pero el León ya estaba inspirado y no lo dejaba ni pasar de media cancha.

Eso sí, en una de las pocas jugadas en las que se logró zafar del León, Daly volvió a asustar con un remate al minuto 58 que pegó en el palo.

Para mala fortuna suya, el rebote le pegó en la espalda a Moreira y, aunque parezca mentira, la bola agarró para el tiro de esquina en vez de para la red.

Para entonces, el empate al menos les aseguraba a los locales el punto que necesitaban para no ser últimos del torneo, pero el León tenía otros planes.

Salvatierra alcanzó un pase entre líneas de Venegas, se la puso atrás a Alonso Martínez, quien tiró un centrito al área adonde apareció Jurguens Montenegro para meter otro jupazo para el 2-1 a los 78 minutos.

En los últimos minutos Giacone mandó a todo su equipo al frente para buscar el empate y en esa intención dejó espacios en los que la Liga pudo aumentar la cuenta con un par de contragolpes, pero ni Carlos Mora --que ingresó de variante-- ni Venegas, estuvieron finos en el puntillazo final.

La lección de este lunes es que cuando el campeón tiene un tiempo en el que parece dormido, hay que matarlo, porque cuando se despierta, luce muy difícil frenarlo, sus 26 partidos invicto por campeonato nacional lo demuestran.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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