Como la atleta Andrea Vargas está volando en la pista, ya hasta en el cielo le están realizando homenajes. El último ocurrió este martes en horas de la noche a 33 mil pies de altura (unos 10 mil metros) en el vuelo que traía a la atleta de Bogotá al aeropuerto Juan Santamaría, en Alajuela.
La puriscaleña viajaba con la aerolínea Avianca, que aprovechó un ratito del trayecto de aproximadamente dos horas para dedicarle unas sentidas palabras, regalarle un queque que decía: “Felicidades campeona” y una botella de vino espumante.
Vargas venía de Doha, Catar, donde participó en el Campeonato Mundial de Atletismo y en el que se dejó el quinto lugar en la final de los 100 metros con vallas, que se realizó el pasado domingo.
El carrerón que se jaló le permitió implantar un récord centroamericanos y nacional con un tiempo de 12 segundos y 64 centésimas (12:64) y ahora se enfoca en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
“A bordo de nuestro vuelo llevamos a una pasajera sumamente importante para nosotros, la responsable de que todo Costa Rica estuviera pendiente del Mundial de Atletismo. Andrea queremos enaltecer tus triunfos, tu dedicación y empeño, sabemos que pertenecer a las grandes esferas del deporte internacional no es tarea fácil, pero con tu empeño nos llenas de orgullo. Eres un ejemplo para los niños, pero en especial para las niñas, porque les enseñas que se puede ser hija, esposa, madre y mujer y a la vez alcanzar metas y sueños que nos proponemos”, dijo la jefa de cabina.
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Este miércoles Andrea y su mamá y entrenadora, Dixiana Mena, visitaron muy temprano el Comité Olímpico Nacional, donde se reunió por hora y media con el presidente Henry Núñez.
La deportista andaba coordinando trabajos de recuperación con el físico Marco Sánchez, el fisioterapeuta José Pablo Vargas, la nutricionista Paola Ávila y la psicóloga Wendy Jiménez.
Andrea, quien pronto vivirá y se preparará en Estados Unidos con su esposo, necesitará que su mamá viaje constantemente a entrenarla, por lo que está pulseando que le ayuden a doña Dixiana con algunos viajecitos.
La preparación para Tokio no será en el país, ya que el próximo 14 de octubre jala para Oregón, en Gringolandia.
"Vamos a Estados Unidos a concentrarme, la idea es empezar la temporada allá y competir. No descartamos viajar a Europa a algún evento, por alguna circunstancia especial, así como tomar parte de los Grand Prix en el Caribe para ir tomando ritmo de competencia.
“Mi esposo me va a ayudar allá a grabar los entrenamientos y ver la técnica, así como las correcciones que se pueden hacer”, agregó.
Solo era un ensayo
Andrea volvió al país y desde que tocó tierra dejó claro que va por más, pues asumió el Mundial como si se tratara de un ensayo. Además era su primera participación en un evento de esta magnitud por lo que le sirvió para sacudirse de los nervios y saber a qué se enfrentará en las Olimpiadas.
"La verdad estoy muy contenta de haber roto tres récords nacionales, tanto en la eliminatoria (12:68), la semifinal (12:65) y la final. Yo me concentré en pasar las fases de la competencia, porque era muy duro. El Mundial para mí fue un ensayo para Tokio. Llegué como la número 12 del mundo y me voy como la número cinco”, señaló la atleta.
Vargas dice que tiene algunas competencias en mente, pero no se han definido las fechas. Incluso contempla algunas llamadas “pruebas de emergencia” por si se complica asistir a alguna de las que tiene planeadas.
“Para la temporada de Tokio 2020 Andrea debe de mejorar muchísimo, tenemos una base de reacción que se debe mejorar montones, que es la llegada a la primera valla”, dijo su entrenadora.