Seis años después de que Frozen desatara una tormenta de nieve en la cultura pop, la secuela de las aventuras de Elsa, Anna y Olaf debutó en las taquillas con 127 millones de dólares (unos ¢75 mil millones) en los cines de Estados Unidos y 350 millones (unos ¢206 mil millones) en el mundo.
El estreno de Frozen 2, de Disney, superó varias marcas: fue el fin de semana más taquillero de cualquier película animada, logró un nuevo récord en Estados Unidos y Canadá para una película animada estrenada fuera de la temporada de verano, y es el mejor debut para cualquier lanzamiento de Walt Disney Animation Studios.
Disney estrenó la película una semana antes del Día de Acción de Gracias y por eso se espera otro buen empujón en la segunda semana en Estados Unidos, ya que tendrán feriado por esa celebración y los niños no irán a las escuelas.
La primera parte de Frozen se estrenó precisamente en este feriado, acumulando 93 millones de dólares en cinco días (unos ¢55 mil millones).
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Sin embargo, el filme original rápidamente se convirtió en una sensación, permaneció entre los 10 primeros lugares durante 17 semanas y al final recaudó 1.270 millones de dólares. Impulsada en parte por la exitosa canción “Let it Go”, Frozen engendró una oleada de mercancías, un número incalculable de vestidos de Elsa y un musical en Broadway. Ganó dos premios Óscar: mejor película animada y canción original.
Igualar ese total no será fácil. De hecho Cathleen Taff, jefa de distribución de Disney, admite que hay un listón alto establecido por la primera cinta, pero confía en el enorme atractivo de la película.