Farándula

Israel Ávalos, exconvicto: “Todos los días le pido perdón a mi mamá por todo lo que hice”

Ahora tiene una tienda virtual, canta, hace tatuajes y lleva la palabra de Dios a mucha gente que lo necesita después de vivir en un mundo rodeado de drogas, de violencia y de muerte

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El primer contacto con Israel Ávalos Castro para concretar una entrevista fue por teléfono y un poco extraño a pesar de que sabíamos que esperaba la llamada.

Cuando lo llamamos acababa de oír “René”, la nueva canción de René Pérez (Residente, del desaparecido grupo Calle 13) y tragaba grueso. Estaba afectado por el tema. Después entenderíamos por qué.

“René dice en una parte de la canción que a la mitad de sus amigos los mataron a tiros y en mi caso no es la mitad. Todos los amigos con los que crecí murieron así”, dijo una semana después, ya durante la conversación.

Sentarse a escuchar a este hombre de 30 años que estuvo preso por homicidio puede ser algo de horas --es muy bueno para hablar-- o un asunto de segundos si nos dejáramos llevar por las apariencias.

Israel reconoce que cometió errores graves y que probablemente la vida no le va a alcanzar para enmendarlos, pero dice que cada día trata de ser mejor persona, de dar un buen ejemplo a su hijo de año y medio y de demostrarle a su mamá que el perdón que le pide cada día le nace del corazón.

Pobreza

Israel pasó toda su vida en La Tabla, en Alajuelita, un lugar conflictivo y en el cual hay mucha pobreza y violencia.

Fue criado por su mamá y sus hermanas. Cuando la señora debía salir a trabajar, la hermana mayor se hacía cargo de los otros cuatro y así iban pasándose la responsabilidad mientras crecían.

Hoy Israel es padre de un niño de año y seis meses llamado Jordan, nombrado así en honor a un amigo al que mataron hace poco.

Aunque hay personas a quines les cuesta aceptar el cambio de Israel, él afirma ser ahora alguien de bien, que bretea y da trabajo a varios amigos. Dice tener siempre a Dios en mente y cada vez que puede aconseja a alguna persona de esas que se dedican a hacer daño. Lo hace con la idea de que medite y cambie.

Esta que sigue es la conversación con Israel.

Después de estar en la cárcel, de ser uno de los líderes de un barrio conflictivo y de vivir muchas cosas duras, ¿cómo es su vida ahora?

Enfrentar a la sociedad que discrimina por ser exconvicto, por tener tatuajes y por mi apariencia es complicado. Sé que nadie me iba a dar una oportunidad de trabajo, por eso me las ingenié para crear mi propio empleo y me puse a vender tenis, ropa, perfumes, a cantar y me puse una barbería, que ha sido mi oficina. Me puse a pensar que tenía que hacer algo más y también me puse a tatuar, que fue difícil porque en la cárcel lo hacía con máquinas hechizas y tuve que aprender con profesionales, ahora me considero bastante bueno.

-¿En qué momento se fue por el mal camino?

Fue extraño porque yo terminé el cole a los 17 años, me metí a la UNED, pasé Generales, me gustaba mucho estudiar, pero ya después me fui metiendo... Nadie te obliga a meterte en este mundo, yo por pasar estudiando nunca conocí la calle y ya cuando me agarró estaba vulnerable. Veía a la gente vendiendo piedra y robando y no me llamaba la atención. Estaba dedicado a lo mío, pero de repente vi gente con joyas, con carros, con mujeres y consiguiendo todo fácil, ahí es donde uno piensa que uno también puede.

-¿Cómo fue su infancia?

Mi mamá se mató por nosotros, nunca supe lo que fue aguantar hambre y tenía lo que necesitaba, obvio que quería otras cosas que veía y sabía que no las podía tener. Crecí pensando que me faltaba algo, por eso siempre digo que tal vez una figura paterna hubiera cambiado la historia. Le pido mucho a Dios que me permita guiar a mi hijo porque es alguien muy importante.

-¿Qué lo llevó a la cárcel?

Cuando salí de la cárcel, después de una preventiva por unos robos, me fui a vivir a La Tabla y cuando llegué un mae llegó a amenazarme de que yo no podía vivir ahí porque él mandaba ahí y no hice nada, ya después hice lo que hice. Me equivoqué porque sabía que era él o yo.

Yo recuerdo que ese día (abril del 2010) no quería ni hacer nada, fue que un amigo pasó por mí y al otro (la víctima) lo vi en un bar en Alajuelita. Yo sabía que estaba armado, cuando me bajé del carro ni pensé en nada, sé que me vio, se tropezó con una botella y pasó lo que pasó.

Ver a mi mamá llorando cuando me arrestaron me marcó, sabíamos que una vez que uno hace eso ya no hay vuelta atrás, todas las noches recuerdo, no es que vea la cara, sino que es algo que siento en el pecho que me dice que lo tengo que pagar y que no lo voy a pagar en este mundo. Ahora pienso que esa persona quizá tenía un hijo como el mío y es ahí donde duele más.

-¿Después de eso se volvió más violento?

Me sentenciaron por homicidio calificado, porque me vincularon con sicariato y otra (condena) por homicidio simple, sufrí la condena de los dos (casos) en la misma semana y fue un choque psicólogico fuertísimo, yo me decía que se me había acabado la vida, yo solo quería morirme o vengarme, solo quería hacer daño, la gente de la cárcel me conocía así.

De hecho cuando alguien llegaba por violar a un niño o hacerle mal a un indefenso me lo decían y se las tenía que ver conmigo porque eso es algo que me hace enojar. Siempre en cada pabellón hay uno que reina.

-¿Llegó a ser uno de esos?

Sí. Yo me considero una persona muy fuerte y no soy de hacerme daño, pero de alguna manera buscaba la muerte, retaba a otras personas que podían matarme para ver si lo hacían. Muchas veces le supliqué a Dios que me quitara la vida, ahora más bien le pido perdón por eso porque para esa época no estaba mi hijo ni yo pensaba como ahora.

-¿Es más difícil la vida en la calle que en la cárcel?

Es muy duro cuando uno sale de la cárcel y la gente no comprende. No justifico el actuar de ningún delincuente, pero habría que estar en los zapatos de la otra persona para saber lo que vive.

Cuando uno sale lo tiran a la calle sin saber si uno tiene dónde ir o qué hacer, la misma familia no confía en uno, no hay apoyo por ningún lado. Yo pedí trabajo en muchos lugares y nadie me lo dio aunque tuviera títulos o estudio porque eso no vale, por el error que cometí y que cargo el resto de mi vida.

-¿En qué momento aparece este Israel, el de familia, el creyente en Dios?

Nace cuando ya estoy cansado de ver gente morir hasta en la cárcel, si no es en la calle es ahí dentro. Tengo treinta años y me siento como si tuviera el doble, siempre estaba sintiendo que me hacía falta algo hasta que descubro que eso es Dios. Es lo único que ha llenado mi vida, yo digo que el cambio no es de un día para el otro, es paso a paso, hacer las cosas mejor que el día anterior, si no se hizo nada bueno que tampoco se haga daño.

Si sobreviví no es porque tengo superpoderes, sino por que Dios quiso. Eso yo no lo entendía, la forma de lograr estar bien no era solo robando o haciendo daño, también trabajando lo podría lograr.

Es más, antes nunca pensé en comprarme carro o moto y menos casa y ahora lo tengo y no solo hablo de lo material, sino de la satisfacción de estar tranquilo porque eso me costó y me maté trabajando.

-¿Y por qué si lleva un mensaje positivo todavía se hace llamar Demonio?

Siempre utilizo Demon’s (demonios) en mi canal de YouTube, en mi compañía de música y en todo lo que hago. No es por algo satánico, al contrario, yo soy muy creyente en Dios y siempre trato de ser muy directo con los jóvenes.

Me gusta hacerme llamar el demonio porque sé que todos tenemos uno que nos pide hacer cosas malas, pero yo digo que si yo soy un demonio ¿por qué puedo cambiar y usted que no lo es no? Yo trato de mostrar los demonios que están en la calle y que están esperando su debilidad para utilizarlo.

-¿Se respeta ese cambio en la cárcel o en el círculo de amistades?

Sí, es muy respetado. Ellos han visto que nunca me he rendido y así como ellos lo notan yo trato de ayudarlos a ellos.

Sin decir nombres, hace poco hablé con alguien muy reconocido en temas de sicariato y él está buscando de Dios, es increíble ver una persona de esas así, yo le dije que me siento muy orgulloso de él y que si nadie cree en él que yo sí lo voy a apoyar, con solo que yo pongo una bendición en la boca de él o que piense en Dios para mí eso ya es un triunfo.

Israel Ávalos cuenta lo que las oraciones de su madre hicieron por él.

-¿Les llega a hablar de Dios de una vez o poco a poco?

No sé ni cómo se da, a veces empiezo a hablar de una cosa y de repente sale el tema de Dios y yo se lo quiero meter como por la cabeza, pero es algo que nace en el momento, hay gente que me dice que yo solo les quiero hablar de eso y les respondo que no soy yo el que habla sino Él y ya ahí lo aceptan mejor.

Pero no solo es eso, cuando conozco a alguien al que llaman el “gatillero del momento” yo trato de ira a hablar con él y decirle que entienda que si alguien lo contrata para matar a otro por algo es, que agarran a jóvenes sin educación y que no tienen nada y le ofrecen un millón de colones que los hace sentir millonarios y eso no les va a alcanzar ni para el abogado si los llegan a agarrar.

Cuando yo tuve que enfrentar mis problemas, ni siquiera sabía cuánto era la sentencia por un homicidio, me llevaron a una corte y ni sabía lo que pasaba. Ya cuando me dijeron que me podían condenar a cincuenta años pensaba en que la vida se me acababa.

Hasta en ese momento entendí lo que había hecho. Yo veía que la gente entraba y salía de la cárcel y pensaba que podía ser así, pero no, ya era demasiado tarde y todo por querer andar en la “fama”.

-Tanta delincuencia va por ese lado, ¿por andar en la fama?

Los hombres pobres se van por la delincuencia y las mujeres se van por la prostitución y hasta cierto punto estos dos caminos se van a topar, yo lo veo en mi barrio todos los días, los chamacos salen a robar porque creen que si no tienen plata esa mujer no les va a hacer caso.

Hace poco que estuve en La Reforma le preguntaba a varios presos que por qué estaban ahí y me decían que por eso que por andar en la “fama” con mujeres y yo les decía que una mujer que te quiere no te va a obligar a hacer algo malo.

Erick Quirós

Periodista de farándula y espectáculos desde 2013. Experiencia en coberturas deportivas. Estudió periodismo en la Universidad San Judas Tadeo. En 2019, 2020, 2021 y 2022 fue premiado como el periodista de mayor visitación de La Teja. En 2019 (compartida) y 2021 recibió el premio de periodista del año de este mismo medio.

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