“Me siento muy mal conmigo misma porque le dediqué muchos años a una persona que ame mucho. La relación fue muy difícil y yo estaba convencida de que tarde o temprano las cosas podrían mejorar, pero no fue así. Le di todo y al final me dejó a mí y a mis dos hijas. Ahora está viviendo con otra mujer y no lo acepto. Sé que no me convenía estar con él, pero me pregunto, ¿por qué él no se dio la oportunidad de estar bien conmigo?”.
1. Es normal que se haga estas preguntas: ¿por qué no se dio la oportunidad?, ¿por qué no cambió?, ¿por qué se fue?, ¿por qué esta con otra persona?, ¿en qué fallé?, ¿será que no di lo mejor?, ¿fue mi culpa?
2. Podrían trazarse muchísimas preguntas y difícilmente va a encontrar una respuesta. Pero ante todas estas preguntas están los hechos, así que si usted describe a su expareja como una persona difícil cuya forma de ser nunca contribuyó a que hubiera estabilidad emocional, en lugar de cuestionarse debería analizar la realidad.
3. El tema ya no es preguntarse ¿qué pasa con él? Ahora debe cuestionarse ¿qué pasa con usted? Porque aún consciente de todo lo que vivió, de las dificultades por las que pasó y sabiendo que él hoy está con otra persona, usted se resiste a pensar de otra forma. Usted debería valorar que tiene un problema porque cuando se niega la realidad a estos niveles, algo sucede. Creo que debe buscar ayuda.
4. Es duro asumir la realidad y aceptar que algo se acabó, pero es aún más duro sostener y mantener una ilusión, una esperanza fuera de un contexto real y de todo lo que le sucedió. Este es el momento de que se ubique. Busque ayuda y enfóquese en reconstruir su vida en lugar de estarse haciendo preguntas sobre algo que ya terminó.