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El “evidentísimo parecido físico” entre ambos fue una de las razones principales por las que un juez de Valencia, España, sentenció que el actor Javier Sánchez Santos, de 43 años, es el “nuevo” hijo de Julio Iglesias.
La decisión cierra, de momento, un culebrón jurídico iniciado hace tres décadas, cuando la madre de Javier, la exbailarina portuguesa María Edite Santos, promovió la primera demanda de paternidad. Entonces, como ahora, un Juzgado de Primera Instancia le dio la razón y declaró al artista padre de Javier, pero esta decisión fue revocada en apelación por un defecto procesal.
El abogado de Iglesias ya adelantó la semana pasada su intención de recurrir a la nueva sentencia si era desfavorable para los intereses del cantante. Y pocas horas después del fallo confirmó esa decisión.
El nuevo hijo de Julio Iglesias fue fruto de una relación de su madre, María Edite Santos, e Iglesias que coincidieron en una sala de fiestas de la Costa Brava. Era el verano de 1975 y el artista estaba entonces casado con Isabel Preysler.
Iglesias se ha negado en estas tres décadas a practicarse la prueba de ADN que habría resuelto, en un sentido u otro, la disputa legal. Su abogado insistió este miércoles que estará dispuesto a hacérsela si la Audiencia de Valencia confirma la tesis del juez de que el caso podía reabrirse pese a haber sido analizado por la justicia en los años noventa.
Los tres primeros retoños de Julio -Chabeli, Julio José y Enrique- nacieron fruto de su matrimonio con Isabel Preysler, y los otros cinco, Miguel Alejandro, Rodrigo, Victoria, Cristina y Guillermo, los ha tenido con su actual pareja, Miranda Rijnsburger, con quien se casó en agosto del 2010, tras 20 años de relación.
