Farándula

Mamá sacó de las drogas a cantante tica

Dios le cambió la vida a Aixa Aguilar y ahora busca compartir con los demás sus vivencias

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Aixa Aguilar es una cantante más tica que el gallo pinto. Ella tiene 39 años, vive en Santo Domingo de Heredia y hace poco sacó su primer disco llamado “Divine Love”.

Hasta ahí, todo normal, pero la artista nacional tiene una historia de vida verdaderamente sorprendente.

Estando muy joven el divorcio de sus papás la marcó y entró al mundo de las drogas, el alcohol y la depresión. Se tomaba hasta el agua de los floreros con tal de emborracharse y probó cuanta sustancia prohibida le pusieron en frente. Aixa llegó a tocar fondo en muchas ocasiones.

Un día, su vida cambió cuando su mamá le dijo: “Aixa, no haga loco” y al parecer, esas simples palabras le calaron hondo y llegaron directo a su corazón. A partir de ahí su vida cambió y le cerró la puerta a las drogas.

Su inicio en la música también fue extraño, ya que ella le dijo a Dios que quería agradecerle, de alguna manera, lo que hizo con su vida y el Señor le contestó dándole el don del canto.

“Me encanta compartir mi testimonio con las personas que conozco y llevar una historia de fe y esperanza porque ahorita la sociedad está muy vacía y las personas tratan de llenar sus necesidades con más vacíos, por eso yo trato de dar mensaje”, comentó.

Aixa se considera una persona amistosa, que dedica su vida a contar su historia y agradecer por el talento que Dios le otorgó.

–¿Cuándo empezó a recorrer los malos caminos?

Conocí a Dios desde que era pequeña, pero me empecé a revelar. Comencé a fumar a los 13 años, a tomar a los 15 y a los 18 ya estaba en las drogas, en ese momento yo le entregué mi vida a Satanás, le dije que hiciera lo que tenía que hacer con mi vida porque me sentía muy vacía y ahí empezó todo el infierno. Iba a muchas fiestas de música electrónica, me metía drogas y todo fue creciendo.

–¿Y a que se debió el cambio que tuvo?

En la Semana Santa del 2009 pasé en un apura fiesta con mis amigos. El primer día fue normal, pero el segundo día empecé a sentirme raro, no quería fumar, ni tomar, tampoco drogarme ni escuchar música. Cuando hablé con mi mamá, un Viernes Santo, me dijo que no hiciera loco, que no saliera de fiesta y es raro porque esas palabras algo tocaron en mí, ya que a mí me gustaban los excesos y ese día no hice nada de lo que acostumbraba, nadie podía creer lo que me pasaba porque yo siempre era el alma de la fiesta.

Luego le pedí a mi mamá que me llevara a una iglesia y acepté a Dios y todo empezó a cambiar, no fue algo que de a poco iba dejando todo, lo hice de golpe. Eso ocurrió hace unos diez años y hasta la fecha sigo así.

–¿Cómo se dio lo del canto?

Le dije a Dios que me encantaría cantarle, antes de eso nunca lo había intentado. Un día orando me dijo la pastora: ‘Dice el Señor que le dejés de pedir que querés cantar, vas a hacerlo y sacarás tu primer disco’. Yo me quedé asustada porque es algo que solo yo sabía. Ahora pienso quién va a creerle a uno esa historia, pero así fue. Me he preparado en escuelas de música.

–¿Sigue teniendo amistad con la gente con la que fue a la playa?

Vieras que la amistad sigue, pero ya no somos íntimos porque no hay tanta química. Es triste porque muchos siguen en el alcoholismo y las drogas. Siempre he tenido apoyo de gente que no tiene una relación cercana con Dios y les gusta mucho mi cambio.

–¿Qué fue lo peor que probó?

Yo recuerdo que un día iba manejando y me pasaron un puro de marihuana, por lo que veía todo doble y la sentí muy pesada. Al día siguiente pregunté que qué era y me dijeron que era un puro con cocaína y éxtasis. Es ahí donde me doy cuenta que si no fuera por las oraciones de mi mamá seguiría metida en ese mundo.

–¿Qué le dicen en la iglesia a la que asiste cuando le ven los tatuajes?

Hay gente muy religiosa que condena, pero es un testimonio, Dios dejó que lo hiciera para ahorita contar mi historia. Tengo diez años de haberlo superado y pronto espero hacerme un león de Judá.

Cruz a la famaMamitaSe prepara
Aixa no buscar ser reconocida, su misión es dar un mensaje, no de una religión sino de la palabra de Dios.Ella es mamá de un niño de siete años (Mateo) y confiesa que es muy abierta con el niño y le cuenta lo que vivió para que la historia no se vaya a repetir.La artista se prepara para participar el próximo año en el Jericó Fest en Bogotá, Colombia, el cual reúne a los principales exponentes de la música electrónica cristiana.

Erick Quirós

Periodista de farándula y espectáculos desde 2013. Experiencia en coberturas deportivas. Estudió periodismo en la Universidad San Judas Tadeo. En 2019, 2020, 2021 y 2022 fue premiado como el periodista de mayor visitación de La Teja. En 2019 (compartida) y 2021 recibió el premio de periodista del año de este mismo medio.

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