“Me reclama que no soy la de antes, pero no mueve ni un dedo para ayudarme en la casa ”

“Siento que mi relación se deterioró después del embarazo. Mi esposo me reclama que no soy la de antes, que soy poco atenta y tiene razón, pero también trabajo y me toca hacer todo en la casa, porque me hago cargo de la pequeña. Él en realidad no me ayuda absolutamente nada. Creo que estoy cansada y resentida”.

1. Con la llegada de un bebé las cosas cambian en la dinámica de una pareja, ya sean los tiempos, las emociones y los espacios de pareja y es de esperar que sea así, pero esto es un tema de dos, no de solo uno.

2. Al margen de la llegada del bebé, lo que se requiere es que haya una sana distribución de deberes y un amplio sentido de responsabilidad del uno para con el otro. Ambos deben ser conscientes de que todo proceso de relación implica un sentido amplio de solidaridad y de reciprocidad.

3. Se deben romper los esquemas que sobrecargan a la mujer con las funciones en la casa y todo hombre tiene que contribuir en el trabajo del hogar.

4. Esto no necesariamente significa una crisis de pareja, pero podría llegar a serlo si las actitudes de su esposo no cambian. Deben reflexionar y analizar objetivamente sus niveles de participación, cooperación y solidaridad, para que exista un amor justo y solidario.

5. Es momento de que usted y su esposo se sienten, hablen y se pongan las cosas en claro, para que exista una posibilidad real de un cambio, de lo contrario las cosas se pueden tensar.

6. El esquema añejo de: “Yo trabajo afuera y a vos te toca la casa, los niños y todo lo demás”, ya no existe y es inadecuado. Toda pareja está en la obligación de contribuir con justicia y equidad en sus múltiples facetas, roles y obligaciones que nacen desde el momento en el que deciden constituir una pareja, un hogar y convertirse en una familia con hijos. Llegó el momento de hablar con claridad, de distribuir tareas y actuar con justicia.