Farándula

Mia Khalifa: “Cuando salgo a la calle siento que la gente puede ver a través de mi ropa”

Exactriz porno se confesó varios años después de haber dejado el cine XXX

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Mia Khalifa fue actriz porno por un breve periodo a finales del 2014. Ella hizo apenas seis videos sexuales que le bastaron para convertirse en una de las figuras más conocidas a nivel mundial.

También se metió en muchos problemas, pues en una de las grabaciones XXX usó un hiyab islámico (el pañuelo utilizado por las mujeres musulmanas para cubrirse la cabeza) que le originaron amenazas de muerte por parte de simpatizantes del autodenominado Estado Islámico (EI).

La actriz concedió una entrevista con el programa Hard Talk de la BBC y confesó varios de sus secretos mejor guardados.

Khalifa, quien nació y se crió en Líbano en el seno de una familia cristiana, tiene 26 años y afronta las consecuencias de las decisiones que tomó cuando tenía apenas 21 primeveras.

–¿Ser reconocida por el porno es algo que nunca superará?

Estoy tratando de hacerlo. No soy muy amiga de Google y estamos tratando de cambiar eso. Hemos intentado innumerables veces eliminar el contenido a través de acciones legales, pero la compañía no escucha. Ya les hemos hecho innumerables propuestas.

–¿Importa si viene de una buena familia o si viene de un entorno no tan bueno para entrar al porno?

Luché toda mi infancia contra el sobrepeso y nunca me sentí atractiva. Y de repente, en mi primer año de universidad, empecé a perder mucho peso al hacer pequeños cambios. Y para cuando me gradué, estaba lista para marcar la diferencia. Me sentí muy cohibida por mis senos, porque eso fue lo primero que perdí cuando bajé casi 50 libras (22,6 kg).

Así que mi mayor inseguridad fueron mis senos, y quería recuperarlos. Y una vez que me operé, comencé a atraer toda la atención de los hombres y nunca me acostumbré. Sentí que, a menos que me aferrara a eso e hiciera lo que se me pedía o lo que se esperaba de mí, sería insignificante.

–¿Qué la hizo sentirse atraída por el porno?

No fue ‘Oye, ¿quieres meterte al porno?’. Fue más un ‘Eres hermosa, ¿te gustaría modelar un poco? Sabes, tienes un gran cuerpo y creo que serías genial para modelar’.

Y después de que llegué al estudio, era un lugar muy respetable, en Miami. Estaba limpio. Todos los que trabajaban allí eran amables. Todos sus cubículos estaban decorados con fotos familiares. Como si no fuera nada dudoso o algo que me hiciera sentir incómoda.

La primera vez que entré no fue la primera vez que filmé una película porno. Fue la segunda vez. En la primera fue más de firmar el papeleo.

–¿Fuiste una víctima?

Siento que aquella chica no tenía las herramientas para identificar que se estaban aprovechando de ella ni que la manipularon para que hiciera lo que ellos querían.

No me veo como una víctima. No me gusta esa palabra. Tomé mis propias decisiones, a pesar de que fueron decisiones terribles. Creo que una parte de eso también fue rebeldía y querer hacer algo tan fuera de los límites y tan fuera de lugar que me sorprendió incluso a mí misma.

–¿Tu familia sabía?

No. Y me repudiaron cuando se enteraron.

–Fue muy duro...

Me sentí abandonada, no solo por el mundo, sino también por mi familia y las personas que me rodeaban. Especialmente después de dejarlo, cuando aún estaba sola. Y quiero decir que me di cuenta de que algunos errores son imperdonables. Pero el tiempo cura todas las heridas y las cosas están mejorando ahora.

–¿Tenías que saber lo provocativo que era usar el hiyab?

Les dije literalmente que me iban a matar.

–¿Por qué no dijiste que no lo ibas a hacer?

Intimidación. Estaba asustada. Nadie te obliga a tener sexo, pero aun así estaba asustada. ¿Alguna vez te has sentido nervioso de decir algo en un restaurante cuando la comida no está bien y el mesero viene y te pregunta “cómo está todo”? Estaba intimidada y nerviosa.

–Cuando saliste del set de filmación, ¿sabías en el fondo que esto iba a ser un desastre para ti?

No, me golpeó hasta el día siguiente, porque la adrenalina todavía estaba muy alta. Pero inmediatamente después de su lanzamiento, todo mi mundo quedó destrozado. La razón por la que pensé que estaba bien que hiciera porno era porque pensé que nadie lo descubriría. Hay millones de chicas que se graban a sí mismas teniendo sexo y hacen cosas así y nadie sabe sus nombres. Quería hacerlo como mi pequeño y sucio secreto, pero me explotó en la cara.

–Sufriste amenazas...

Sí. No voy a decir del EI, porque no creo que todos los que están muy involucrados con EI tengan una cuenta de Twitter. Pusieron una foto mía sobre la de alguien que fue decapitado y dijeron… algo asó como que sería la próxima.

–¿Sentiste mucho miedo?

Fue aterrador. Pero mi mecanismo para afrontar estas cosas es el humor. Entonces mi respuesta fue: ‘bueno, siempre y cuando no me cortes las tetas. Valen mucho dinero’.

–¿Cuánta responsabilidad personal asumes por lo que hiciste?

El cien por ciento. Tomé la decisión. Por supuesto que la industria es imperfecta y debemos hacer algo para proteger a otras chicas para que no caigan en la misma trampa que yo. Pero fue mi elección.

–¿Cómo se salió del porno?

Los convoqué a todos a una reunión un mes después y tenía una carta de renuncia para cada uno y les hablé sobre mis sentimientos. Intentaron convencerme de que me quedara y me dijeron que todo esto pasaría y que estaba a salvo, que estaba exagerando.

–¿Hay alguna secuela después de esto?

Sí. Y creo que se activa cuando salgo a la calle porque siento que la gente puede ver a través de mi ropa y me da mucha vergüenza y me hace sentir como si hubiera perdido toda mi privacidad. Porque estoy tan solo a una búsqueda de Google.

Erick Quirós

Periodista de farándula y espectáculos desde 2013. Experiencia en coberturas deportivas. Estudió periodismo en la Universidad San Judas Tadeo. En 2019, 2020, 2021 y 2022 fue premiado como el periodista de mayor visitación de La Teja. En 2019 (compartida) y 2021 recibió el premio de periodista del año de este mismo medio.

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