Pastelera de barrio Cuba fue la que hizo el queque “más macabro” de Bryan Ganoza

La pastelera Fabiola Valverde, de Sweets F&R, nunca antes había hecho un queque tan macabro como el que le tocó prepararle a Bryan Ganoza.

Ella fue la que hizo el pastel de cumpleaños del cantante Ganoza B, con el que celebró llegar a los 33 años el pasado martes 15 de diciembre.

El queque del “cabro más macabro” sorprendió tanto que la contactamos para saber cómo fue que logró hacer tremenda obra de arte comestible.

Fabiola tiene 28 años y es madre soltera de dos niños (de 6 y 4 años), cuando se iba a estrenar como mamá decidió cumplir su sueño de volverse pastelera para no tener que trabajar fuera de su casa.

- ¿Cómo se dio el contacto con Bryan Ganoza para que le hiciera su queque de cumpleaños?

Él es conocido de una amiga mía (la modelo Stefanny Baldi), una clienta de años. Él asistió a la fiesta de ella y vio mis pasteles (le hizo uno de dos pisos color rosado y otro para el esposo color amarillo con con la figura de un Jeep). Ahí se dio la oportunidad de que viera mi trabajo y le gustó.

- ¿Él la contacto directamente?

La fiesta de mi amiga fue hace como 22 días y ella me hizo el comentario de que él iba a cumplir años y que le habían gustado mucho los pasteles que yo le hice a ella, entonces le escribí al Facebook y le dije que con mucho gusto le podía hacer el de él.

- ¿Cómo lo quería?

- Me dijo que lo quería todo plateado, con la cabeza del cabro encima. Nada más me dijo eso. Lo que fueron todos los detalles, las cadenas, los piercing de la nariz y el de la oreja, fueron como una sorpresa para él porque no se lo esperaba.

- ¿Alguna vez había hecho un pastel con esa figura tan macabra?

No, no, me tocó ponerme creativa. La verdad me encantó la idea. A mí me gustan mucho los retos y, claro, eso me ayuda a que mi nombre y mi página se den a conocer.

- ¿Él le mandó la figura del cabro?

No, nada. Él nada más me dijo que quería la cabeza de un cabro y que el pastel abajo fuera plateado, lo dejó como a gusto mío. Al final lo saqué de mi imaginación.

- ¿Por qué decidió ponerle los detalles de los aretes y demás?

Yo soy de las que estudio mucho al cliente, entonces me metí al Instagram de él y vi qué es lo que le gusta, qué accesorios siempre anda, vi que maneja mucho el ojo turco, por eso le puse tres ojos turcos. Vi que anda con muchas cadenas y le puse bastante brillo porque él siempre anda todo pomposo.

- ¿De qué estaba hecho?

Era todo comestible. Los cuernos eran de chocolate oscuro, pintados con polvo de oro. Era delicioso en realidad. El pastel de abajo era de vainilla, con relleno de caramelo y almendras picadas.

- ¿Cómo hizo los cachos?

Son hechos en cereal inflado, que se compacta muy bien para la figura que uno quiera hacer. Uno le va dando la forma, luego se bañaron en chocolate y les puse polvo de oro. La cara también era de cereal de arroz inflado, cubierto en fondant (una pasta) y pintada a mano, por eso me llevó muchos días de trabajo.

- ¿Cuánto tardó en hacerlo?

Duré dos días en el pastel y en la cara tres días y medio. Es que lleva mucho trabajo.

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- ¿Lo hizo sola o trabaja con alguien más?

No, sola. Yo trabajo en mi casa en barrio Cuba (San José). Trabajo en esto desde hace cinco años, pero también tengo mi otro trabajo de salonera. Mi hermana Valeria y la menor, Gloriana, me ayudan a comprar los ingredientes o cosas así.

Es que yo trabajo todo lo que son pasteles, mesas de dulces, máquinas de palomitas, algodones de azúcar, todo eso.

- ¿Tiene una idea de cuánto medía el queque?

No le tomé las medidas pero si era bastante alto y podía pesar sus tres kilos y medio.

- ¿Cuánto pagó Bryan por el queque?

Yo siempre me reservo el precio de los pasteles por respeto al cliente, uno se amolda al presupuesto que tenga el cliente. Los pasteles pueden andar entre 30, 35 mil o 40 mil colones en adelante, depende del diseño, así es el precio.

- ¿Qué le pareció Bryan cuando lo conoció?

Bryan llegó con la novia a recoger el queque a mi casa, me pareció superbuena gente, muy humilde. Cuando él se bajó del carro dijo: “¡Wow!”, cuando lo vio. Tengo unos vecinos que tienen un taller y salieron a saludarlo y todo.

- ¿Sigue su carrera?

Sí, claro. Desde que estaba en Combate.