“Estaba muy bien con mi esposo y acepto que siempre he sido un poco celosa. Resulta que él es de hacer mucho ejercicio, la verdad es un hombre atractivo y le encanta ir al gimnasio. Con esto de las reglas por la pandemia, lo primero que hizo fue ir al gimnasio y a mí esto me genera muchos celos. Todo este tiempo que él no ha ido estuvimos muy bien, pero ya empezó el problema otra vez, él va al gimnasio, hace ejercicio, se cuida mucho y esto a mí no me gusta para nada y él no lo entiende”.
1. Los celos siempre van a tender a crear conflicto porque la persona celosa suele plantear las cosas desde conclusiones equivocadas, puesto que todos los criterios de interpretación están asociados a ejercer control sobre la vida de su pareja y esto tiene que revisarlo.
2. Si usted se describe como una persona celosa, lo reconoce y asocia las normas del Ministerio de Salud, que nos recomendaba no ir al gimnasio y usted ve esto como una curva de mejora en su problema de celos, está equivocada. Esto en realidad no es un cambio, simplemente el factor detonante estaba nuevamente en control, su esposo retorna a la vida normal, hacer ejercicio, procura autocuidado y usted dispara nuevamente los celos de que él deje de hacer lo que usted quiere. Eso es como tener una úlcera, negarse a ir al gastroenterólogo y creer que estamos mejor porque un batido de papaya nos refresca el estómago.
3. El tema de celos no se resuelve limitando las actividades personales de nuestra pareja, la persona celosa debe reconocer el origen del problema, cómo le afecta, en qué circunstancia se da, cómo evoluciona y cuánta tensión aporta a una relación y desde ahí empezar un trabajo personal de desarrollo.
4. Póngale el nombre correcto a las cosas, revise esto a fondo y abrace a la posibilidad de analizarlo y buscar ayuda, porque la vía de solución que usted está procurando, responde al patrón de celos y no a una curva de mejora real. Analíselo muy bien.