“Si no me cela, no me ama. ¿Mito o verdad?”

Si no me cela, no me ama. Este es un absurdo emocional, ya que los celos significan desconfianza e inseguridad. Debería ser todo lo contrario: “si no me cela, es porque estoy con una persona emocionalmente sana”. El mito de los celos como muestra de amor está lejos del amor sano.

Celos como proceso emocional: Supone un escenario negativo, de difícil digestión, en el tanto, uno o ambos, parten de un principio, mi pareja es poco fiable y por eso tengo que controlar y revisar.

Si no me cela, no me ama: En tanto se permite una visualización dramática, negativa y se camina por la tierra de la disfuncionalidad, la persona celosa ve como amenaza las decisiones de la pareja, su entorno social y siempre piensa que lo van a dejar por alguien mejor.

Vamos más a fondo: Se ven problemas en todo y con todos, el mundo social de su pareja es un tormento. La belleza es una complicación, en lugar de vivir desde la admiración y el sano cortejo, se desarrolla el control.

La persona celosa solo fastidia: El perfil de la persona celada, es muy particular, porque tiende a ser tolerante, justifica y acepta. Esto podría ser reflejo de muchas cosas: Problemas de autoestima, autopercepción, autovalía, dependencia y mucho más.

¿Puedo yo hacer que una persona celosa cambie? Este es un grave error, ya que en el binomio celoso y celado, ambos necesitan ayuda. El celado tiene una visión muy sumisa, dependiente del amor, por lo que todo esfuerzo de racionalización es una complicación, mientras que la persona celosa crea una distorsión emocional pues considera tener la razón.

¿Es complicado pensar en un cambio de la persona celosa? Sin tratamiento, el pronóstico baja mucho, ya que se habla de un esquema sicológico que pasa por un modelo afectivo, fundando en estructuras machistas, sexistas, patrones de control y una estructura de agresividad sicológica verbal, física e incluso sexual. El celoso tienden a vivir desde posiciones intransigentes con las que es difícil conciliar.