El pasado miércoles, una madre estadounidense le disparó a un supuesto ladrón, en la cara, para defender a sus dos hijos pequeños, quienes estaban en el asiento trasero del auto que el hombre se intentaba robar.
La mujer, identificada como Michelle Brooker, viajaba a una reunión familiar para celebrar el 4 de julio. Ella se detuvo en la bomba Shell, al sur de Dallas, Texas, Estados Unidos, para cargar gasolina y cuando estaba pagando, se percató de un hombre, supuestamente, se estaba robando su carro.
Brooker se pegó un carrerón y logró encaramarse en el carro, donde le pidió al presunto ladrón que se detuviera. Segundos después, ante el caso omiso del hombre, ella sacó un arma de la guantera y le disparó en la cabeza.
Después de recibir el disparo, el sospechoso chocó el chuzo contra el poste de un teléfono cercano, según informó la cadena CNN KTVT.
“No soy una asesina ni nada de eso, pero sí creo, ya sabes, defendiendo lo que es mío”, dijo Booker a KTVT.
De acuerdo conla policía, el sospechoso fue identificado como Ricky Wright, de 36 años, y desde el jueves pasado permanece en estado grave en el hospital, según KTVT.
El hombre fue acusado de retención ilegal y uso no autorizado de un carro. Además, se encuentra bajo custodia. Por otra parte, la policía descartó poner cargo en contra de la madre, según KTVT.