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Acuario móvil en Hatillo: Ingenioso negocito jala miradas y ahuyenta a los ladrones

Conozca este negocito de un hombre bien pulseador

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Jason Ramírez Blanco es un joven de 30 años, vecino de San Miguel de Desamparados, y propietario de un negocito demasiado creativo y que hace un gran aporte a la sociedad.

Acuario móvil un ingenioso negocito que también aporta seguridad óvil

Hablamos del Acuario Móvil, que se encuentra a un costado de la rotonda del antiguo Rancho Guanacaste, en Hatillo, por la entrada hacia Alajuelita. Este negocito además de llamar la atención por lo luminoso que es, también ahuyenta a los ladrones.

Lo decimos porque desde que la “pecera con ruedas” se parquea ahí, hace ya dos años, no ocurre ningún asalto gracias a que el carrito ilumina la oscura zona y porque llega mucha gente a comprar pecesitos, quitándole un espacio a la delincuencia.

“Mi negocio ha sido una bendición para esta zona porque antes era muy solo aquí, ahora soy un punto de referencia porque aquí se ponen a esperar carros o a algún familiar debido a que mi Acuario es iluminado y estoy todas las noches, hasta los motorizados que trabajan en Uber o así se viene aquí a cargar el cel o a estar acompañados”, manifestó el desamparadeño.

A él lo quieren tanto los vecinos de la zona que asegura que una vez andaba el rumor de que lo querían asaltar y un grupo importante llegó a acompañarlo para que nada malo le pasara. Desde eso, casi empezando, todo ha sido pura paz.

Inicios

Ramírez ofrece peces de diferentes especies y los precios van desde los mil colones en adelante, también puede seguirlo a través de las redes sociales en TikTok y Facebook como Acuario móvil.

El proyecto inició debido a que el desamparadeño estaba en un momento muy difícil de su vida.

Acuario móvil un ingenioso negocito que también aporta seguridad óvil

“Todo inicia porque había caído, por decirlo así, en bancarrota, había perdido todo lo que tenía, la empresa en la que trabajaba se fue del país y me quedé sin trabajo, por eso empecé a buscar ayuda de mi familia, porque tenía muchas deudas, fueron únicamente mis padres quienes me ayudaron”, señaló.

Ramírez probó parquear su negocito en otros lugares, pero como trabaja de 6 p. m. a 10 p. m., consideraba que estaban muy solos después de ciertas horas, además, en la mayoría no tenían el mismo chance para que los vehículos se detuvieran, como en esa rotonda.

“Al final este fue el lugar que me hizo sentir más seguro, aunque decía que era el más peligroso, pero los habitantes de calle hicieron amistad conmigo y todos me conocen”.

Momentos duros

No todo ha sido fácil para Jasón, pues asegura que inicialmente los ingresos en todo un día de trabajo eran de 10 mil colones y conseguir cómo movilizar los peces no fue sencillo.

“Fueron tiempos difíciles, lloré varias noches, como a los tres o cuatro días de estar empezando a trabajar en la rotonda con el Acuario Móvil, porque no se ganaba lo suficiente, tenía que hacer otros trabajos, entonces empecé a limpiar peceras y hacer un montón de actividades para poder salir adelante”, narró Ramírez.

Acuario móvil un ingenioso negocito que también aporta seguridad óvil

Conforme ha ido pasando el tiempo, este negocito se ha vuelto cada vez más popular y gracias a eso, ha crecido bastante.

“Antes no tenía techo, entonces cuando empezaba el invierno era fatal, recuerdo que el año pasado fue fatal, fue larguísimo y todo ese invierno lo tuve que resistir sin techo y sin nada, entonces me mojaba, pero he ido poco a poco progresando hasta que empecé a ahorrar y pude comprar una lona”, señala el pulseador.

¿Cómo prepara el Acuario móvil?

El desamparadeño asegura que tarda unas cuatro horas mientras alista los peces y las peceras en su casa, antes de irse al punto de venta.

“Empiezo desde las dos de la tarde a alistar peces, a revisarlos, a empacarlos y echarles oxígeno puro. Dependiendo de la especie vienen en bolsas de dos, tres o diez peces, eso sí, no todos los peces vienen todos los días, tengo que rotarlos, porque sino pueden morirse”, explica.

Acuario móvil un ingenioso negocito que también aporta seguridad óvil

Con relación a las peceras, cuenta que tiene varias para poder distribuirlas entre los siete días de la semana, para así no tener que cargar las mismas siempre y evitar así que se dañen.

“Tengo una batería de camión y utilizo un intercambiador de corriente, que lo conecto con una regleta, entonces ahí tengo toda la carga, que me aguanta seis horas seguidas con todas las luces y peceras que tengo”.

Y para que no piense mal, el pulseador está con todas las de la ley, porque sacó un permiso de suelo en la municipalidad para poder pararse ahí a trabajar de forma legal.

Acuario móvil un ingenioso negocito que también aporta seguridad óvil
Wilmer Madrigal Amador

Wilmer Madrigal Amador

Licenciado en Periodismo en la Universidad de Managua. Periodista, con experiencia en nacionales, sucesos, política y migración. Antes trabajó en 100 % Noticias y Onda Local.

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