Nacional

Amiga de Melissa Mora denuncia que chofer de bus la maltrató verbalmente

Faviola Barrantes y dos de sus hijos terminaron llorando por los supuestos gritos del conductor

EscucharEscuchar

Faviola Barrantes, amiga de la modelo Melissa Mora, vivió el lunes una complicada situación que no le desea a nadie.

Cuando regresaba de la casa de la cantante, habría sufrido maltrato verbal por parte de un chofer de bus que le sacó las lágrimas a ella y a dos de sus hijos.

El hecho se dio a eso de las 7:20 p.m. y a quien señala es a un conductor de la línea de buses Empresa Alfaro, que da el servicio entre San José - Nicoya - Santa Cruz.

Según contó la denunciante, ella vende pantalones de la marca de Meli y, para iniciar el año trabajando, fue a recoger mercadería a la casa de la modelo, en San Ramón de Alajuela.

“Yo vivo en Nicoya y ese lunes a las 7 de la mañana ya estaba en la casa de Melissa, me fui con mis tres hijos porque la menor tiene cuatro meses y solo toma pecho, así que no la puedo dejar con nadie, mi hijo de cuatro años es especial y solo yo sé cómo controlarlo, mi hija de siete años es una gran ayuda para mí porque si tengo que ir al baño o algo así, ella me entretiene los bebés.

“Para devolverme a mi casa compré por Internet dos tiquetes, los de los asientos 37 y 38, y le tomé un pantallazo al comprobante de pago. Cuando me iba a subir, el chofer se bajó y me pidió el comprobante que me habían enviado al correo al hacer la compra, yo le dije que no tenía Internet en el celular, pero le enseñé el pantallazo, ahí se veía la fecha de la compra y la cantidad de asientos y todo, pero él me dijo que necesitaba el comprobante que me había llegado al correo y si no, no me podía llevar.

“Yo le dije que cómo me iba a dejar ahí botada con mis tres hijos, que necesitaba llegar a mi casa porque hasta hambre tenían los chiquitos, le juré que yo había pagado los asientos, pero él me decía a gritos que cómo era posible que la gente fuera así, que estaba muy cansado y que los pasajeros solo quieren hacer lo que les da la gana y que de nada le servía que yo le jurara algo”, contó.

Con toda la vergüenza del mundo, Faviola le pidió a una mujer que iba en el primer asiento del bus que le compartiera Internet y así por fin pudo meterse al correo y mostrarle al conductor el comprobante, pero, según contó la afectada, los gritos no se detuvieron.

Nervios y lágrimas

Unas personas le ayudaron a Faviola a subir a los maleteros los tres bolsos grandes que llevaba con la mercadería, porque dice que el chofer estaba tan de malas que no quiso echarle una mano.

“Ya cuando me iba a subir al bus, el señor ese se vino gritando detrás mío, casi que empujándome, decía que lo había atrasado. Además, me dijo que tenía que pagarle el tercer asiento porque mi hijo de cuatro años ya tenía que pagar, yo no lo había hecho porque no voy a dejar que mis hijos viajen lejos de mí, me da miedo que les pase algo, preferí que todos viajáramos en los dos asientos juntos.

“Mientras buscaba mis asientos llevaba en un brazo el bolso de la bebé y a ella, en el otro a mi chiquito de cuatro años y los dos lloraban al oír que el chofer no dejaba de gritarnos, yo no hallaba qué hacer, les decía que se calmaran, que ya todo iba a estar bien.

“Cuando logré llegar a los asientos me volví y le dije al chofer que se callara ya, que me tenía nerviosa y que mis hijos también estaban alterados de ver cómo nos gritaba, le dije que tenía la cartera en el maletero y que por eso no le podía pagar el asiento que faltaba en ese momento, pero que cuando hiciera la parada en Esparza le daba la plata, entonces me dijo que cómo era posible que no tuviera la plata en la mano y que yo no le quería pagar y seguía gritando, yo me solté a llorar de los nervios y la frustración que sentía”.

Según relató, luego de que el chofer se fue para su lugar, a como pudo tranquilizó a sus hijos. Cuando llegaron a la parada que siempre hace ese bus en Esparza, la mujer se bajó en el restaurante Tabaris y le compró algo de comer a los chiquitos con la tarjeta de débito que llevaba en la bolsa del pantalón.

Se desahogó

Todavía estaba nerviosa y no pudo evitar que se le volvieran a salir las lágrimas, por lo que algunos trabajadores del local se acercaron a preguntarle en qué podían ayudarle.

Ella se desahogó contando lo que había vivido, en el restaurante le dieron agua y un té para que se tranquilizara y le aconsejaron que pusiera la denuncia en la empresa de buses.

Faviola dice que al terminar el viaje, el chofer siguió actuando de forma grosera y hasta le tiró la puerta del maletero del bus antes de que sacara sus cosas, en ese momento ella le dijo que lo iba a denunciar porque el que él estuviera cansado de trabajar no significa que puede tratar mal a los demás.

“Ayer (martes) llamé a la empresa de buses y hablé con uno de los dueños, me dijo que pusiera la denuncia en la Contraloría de Servicios, llamé también ahí y se disculparon, me dijeron que para recompensarme el mal rato que había pasado podían darme tiquetes gratis para las próximas veces que viajara a San Ramón, pero les dije que no.

“No tengo nada en contra de la empresa, lo que quiero es que se tomen medidas con este señor porque personas como él no deberían estar brindando un servicio, es demasiado el irrespeto con el trato a las personas”, aseguró.

La denunciante dijo que está en conversaciones con un abogado para que la ayude a redactar la denuncia que debe enviar por correo a la Empresa Alfaro a más tardar este jueves.

Por su parte, Henry Vargas, encargado de la Contraloría de Servicios de la compañía, dijo que están a la espera de que Faviola presente la queja formal para abrir una investigación interna al respecto y que como todavía no la han recibido, no pueden referirse al caso.

El lunes 6 de diciembre, esta misma empresa de buses se vio involucrada en un hecho lamentable, ya que un perrito murió debido a un golpe de calor dentro del maletero de una unidad que viajaba desde Nosara de Guanacaste hasta Esparza, Puntarenas.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.