Este jueves empezará a regir el garrotazo en el precio de los combustibles que la Aresep aprobó la semana pasada.

El aumento dejó el litro de gasolina súper en ¢909 (subió ¢87); el de la regular en ¢889 (aumentó ¢85) y el de diésel en ¢845 (subió ¢121). Además, el gas de cocina aumentó ¢1.004 por cilindro de 25 libras, el cual quedará en ¢11.230.

La población en general está muy preocupada porque cuando sube la gasolina sube todo y en los últimos meses los aumentos de los combustibles han causado un golpe muy fuerte en los bolsillos de la gente.

José Lucas Pérez es un escazuceño que se gana la vida como transportista con un camioncito que compró hace diez años, pero dice que con estos aumentos cada vez le cuesta más conseguir viajes porque ha tenido que subir los precios para poder hacer frente a los aumentos del diésel.

“Esto es una exageración, es mucho el aumento y muy seguidos. Con tanto aumento no queda más que subir el precio al cliente y eso hace que muchas personas no quieran pagar, entonces cada vez se consiguen menos viajes.

“También tiene uno también que ver cómo se acomoda para ahorrar la mayor cantidad de combustible posible, tratar de hacer los mandados en una sola vuelta para no volver a salir y evitar salir en las horas pico para no agarrar tanta presa”, contó.

El transportista recuerda que en el 2020 llenaba el tanque de su camión con ¢35 mil y ahora tiene que echarle ¢55 mil y teme que el precio siga aumentando, ya que eso volvería la situación insostenible.

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Rendir el gas

Viviana Brenes vive en La Lima de Cartago y también está en una pura pensadera porque ella cocina con gas y a partir de este jueves tendrá que pagar ¢1.004 más por cada cilindro de 25 libras, el cual costará ¢11.230.

“Ya no sabe uno ni qué hacer porque todo está subiendo, hoy (miércoles) subió hasta el pan. Con el gas lo que hacemos en la casa es rendirlo lo más que podemos, nos ayudamos con una plancha que tenemos y un sartén eléctrico, además, tratamos de cocinar a fuego lento aunque se tarde más porque así rendimos un poco más el gas.

“Yo empecé a cocinar con gas hace trece años, vivía en Guanacaste en aquel momento y aunque era una zona turística y las cosas son más caras, recuerdo que me rendía un montón, pero ahora qué va, se gasta en dos momentos y está carísimo”, relató.

Recope justifica que los garrotazos se deben al aumento en el precio del petróleo debido a la guerra entre Rusia y Ucrania y también a la subida en el tipo del cambio del dólar.

Como parte del método vigente de cálculo del precio de los combustibles, Recope volverá a solicitar otro estudio extraordinario de tarifas el próximo 8 de abril. Los ajustes (rebaja o alza) se proponen cada segundo viernes de mes.

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Peligran los buses

Esta alza llega acompañada de fuertes reclamos de autobuseros que aseguran que ya están botando el tapón y anuncian que si los aumentos en los combustibles continúan se verán obligados a tomar medidas como reducir las carreras en sus rutas, suspender servicios en algunas zonas o incluso renunciar a las concesiones.

Silvia Bolaños, vicepresidenta ejecutiva de la Cámara Nacional de Transportes (Canatrans), dijo que el centro de Limón tiene el servicio de autobús “casi paralizado”, al punto de que una de las dos empresas a cargo del transporte de pasajeros en esa zona, llamada Autotransportes Los Corales, estaría renunciando a su concesión.

También una de las rutas de Interlínea y La Periférica han hecho gestiones en ese sentido y están pendientes de resolver por el Consejo de Transporte Público (CTP).