Dayanna Méndez, de 26 años, y Massiel Monge, de 23, son dos futuras mamás primerizas que decidieron hacer la romería con sus bebitos en la pancita.

Las dos tienen 6 meses de embarazo, es decir, darán a luz en octubre y aunque no se conocen, tienen algo en común: la gran devoción a la Virgen de Los Ángeles.

A Dayanna nos la topamos a las 11 de la mañana de este sábado cuando iba subiendo la cuesta de Ochomogo, esa en la que muchos romeros deben meter doble tracción para subirla, ya que es de aproximadamente un kilómetro.

Nos dijo que salió de su casa, ubicada en San Diego, de La Unión en Tres Ríos, a las 10 de la mañana y que el recorrido hasta la basílica era de unos 12 kilómetros, apenas llevaba 4.

A pesar de su estado, mientras iba a hablando con nosotros no jadeaba, no pensaba en el cansancio sino que lo único que tenía en mente era que la virgencita le diera la bendición a su pequeño antes de nacer y de paso pedirle que se lo trajera con salud.

“Se va a llamar Martín, estoy muy feliz porque voy a ser mamá, este es un acto de fe que significa mucho para mí, por eso, es que lo estoy haciendo”, nos dijo mientras íbamos subiendo con ella.

Contó que de momento no sentía ninguna incomodidad, pero que cuando la sintiera iba a detenerse para tomar un descanso.

“La motivación es la Virgen, vine sola y este es el cuarto año que hago la romería. No he sentido mayor diferencia en relación a las anteriores que he hecho”, añadió.

A Massiel nos la encontramos dentro de la basílica. Caminó 4 kilómetros desde su casa en Taras de Cartago, lo hizo con su mamá, doña Xinia Alvarado, quien la acompañó por si se le presentaba algún problema en el trayecto.

Cuando llegó a la iglesia entró de rodillas y mientras se acercaba al altar donde se encuentra la Patrona rezaba con fervor.

“Duramos 4 horas, veníamos despacio, cuando entré e iba avanzando sentí dolor en las rodillas, pero eso es lo de menos. Vine para pedirle por mi hijo que se va a llamar Abraham para que me lo traiga sanito y también le di las gracias por todos los favores concedidos”, mencionó.

Agregó que tiene 10 años de hacer la romería y que siempre la iniciaba en San José centro, pero este año por su estado tuvo que caminar menos.

Negrita lo sacó de las drogas

Gustavo Mora, de 35 años, y vecino de Acosta lleva 4 años haciendo esta caminata de fe, lo hace desde que dejó las drogas en enero del año 2014.

Empezó a trolear en el centro del cantón josefino de Desamparados junto a su esposa Sonia López, de 45 años, y su hija Valeria Mora de 9.

“Las drogas me dejaron acabado, mi familia fue la que más sufrió. Yo le pedí a la virgen que me sacara de esto y lo hizo, por eso, es que vengo porque ella me respondió”, explicó.

Al igual que la mayoría de los romeros, él y su familia también entraron hincados, cuando llegaron al frente de la virgencita se levantaron y se dieron un abrazo ante la mirada de los fieles que estaban detrás de ellos.

“Ese abrazo significa todo el sufrimiento que vivimos, pero también todo lo que hemos superado como familia”, añadió mientras se le salían las lágrimas.

11 horas de pura fe

Pamela, de 31 años, caminó desde su casa en San José de La Montaña, en Heredia.

Salió a la 1 de madrugada y llegó a las 12:04 de la tarde de este sábado, según la aplicación Waze que activó en su teléfono, en total caminó 43 kilómetros, contó que durante su camino sufrió por el dolor muscular, pero logró cumplir su meta.

"Cuando uno entra de rodillas y se va a levantar cuesta bastante, por eso, fue que me traje este palo para ayudarme. Solo hice una parada a las 7 de la mañana para desayunar. Le di gracias por todas las bendiciones que me ha dado porque ha sido muy buena conmigo”, finalizó.

Se espera que poco más de 2 millones de personas lleguen entre este sábado y el 2 de agosto.