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Cazahuracanes estudian cielo tico para entender mejor esos fenómenos

Avión equipado toma muestras de las nubes, aire y lluvia

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Costa Rica se convirtió en el lugar perfecto para que un grupo de 20 cazahuracanes de distintos países como Estados Unidos, Croacia, México, India y Colombia analicen la formación de estos fenómenos.

Ellos son parte de la Organización de Convección del Pacífico Oriental Tropical (Otrec) con sede en Estados Unidos, que hace estudios sobre el origen de los huracanes y tormentas en el continente.

Este grupo seleccionó Tiquicia por su cercanía con el océano Pacífico y el mar Caribe, pues en ambos lugares la temperatura hace que el aire suba o baje, provocando la creación de esos eventos, por lo que no se descarta que, dependiendo de los resultados, puedan ubicar una sede de Otrec en el país dentro de unos años.

Ellos iniciaron el 5 de agosto anterior y continuarán hasta el 30 de setiembre próximo. Las pruebas atmosféricas en el cielo tico las realizan en un avión llamado Gulfstream-V el cual está equipado para tomar muestras en el aire y analizarlas.

El chuzo de aeronave le pertenece a la Fundación Nacional de la Ciencia de Estados Unidos, que además financia el proyecto.

Desde ese pájaro metálico se medirá la energía de las nubes, la temperatura, los contenidos de la lluvia, entre otros diagnósticos que nunca antes se hicieron en el país para estudiar los monstruos de viento que se van a formar a futuro.

La croata Zeljka Fuchs, una de las investigadoras a cargo dice que realizarán 20 vuelos en total de seis horas cada uno, a 13 mil metros de altura, pues esa es la altitud en la que se forman los huracanes y tormentas. Estos viajes salen del aeropuerto Daniel Oduber en Liberia.

“Volaremos en clima tempestuoso y tranquilo. Queremos realizar mediciones cuando se desarrolle la tormenta, pero también justo antes y poco después. Tratamos de volar por encima de los rayos, porque pueden ser peligrosos cuando atravesamos las nubes”, dijo.

Además de contar con la ayuda del avión, tienen 13 cajitas de medición en todo el país ubicadas en hoteles, empresas y hasta en casas de habitación (pidieron permiso a algunas familias) que recogen información sobre las condiciones climáticas que hay en tierra.

Más huracanes

Este proyecto cuenta con el apoyo de científicos de la Universidad de Costa Rica (UCR).

Uno de ellos es Marcial Garbanzo, profesor de Física y meteorólogo que ve con buenos ojos estos estudios por lo que se nos viene por culpa del calentamiento global.

“Las tormentas y los huracanes se forman y alimentan de altas temperaturas, eso es lo que ocasiona el calentamiento global. Eso quiere decir que entre más alta sea la temperatura, cabe la posibilidad de que se originen más eventos como estos”, explicó.

Pero ahí no queda la cosa, pues otra de las opciones es que un huracán tome más fuerza de la cuenta.

“Por ejemplo, en Costa Rica podría pasar que entre más energía tenga (un huracán), entonces abarque más parte del territorio y eso significa que también va a afectar a más gente. Por eso es que es muy importante tratar de contener el calentamiento global”, continuó.

De acuerdo con Garbanzo, que los profesionales estén en el país no significa que estemos en riesgo de convertirnos en una zona de paso de huracanes, aunque sí podría pasar que los futuros fenómenos que nos visiten generen más daños que los anteriores.

Garbanzo recordó que a nivel histórico, el país no ha sido golpeado tan fuerte como Nicaragua debido a una característica que tienen los huracanes.

“Quizá la respuesta más sencilla para explicar por qué no nos han golpeado tanto es el efecto Coriolis, que hace que en este caso los huracanes siempre vayan a la derecha, por eso es que ya se han visto varios casos en los que uno viene directo para Costa Rica y resulta que se va a Nicaragua. Esto también pasa en la península de Yucatán (México), luego a los días se dice que va para Estados Unidos”, añadió.

Solución

Aunque los cazahuracanes no podrán detener tormentas ni huracanes, pues se tratan de fuerzas naturales sin control, sí podrán predecir la fuerza, tamaño y regiones con más exactitud.

“Entender el comportamiento de los huracanes y tormentas nos dará mucho tiempo para reaccionar, de esa forma podremos decir con más propiedad los daños que se tendrán y las zonas donde se sentirá con mayor fuerza”, contó.

Garbanzo comentó que además de los 20 científicos extranjeros, en el proyecto están involucradas 100 personas más de la UCR, entre docentes, estudiantes y miembros de diferentes comunidades.

De acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, este año la temporada de estos fenómenos empezó el 15 de mayo y terminará el 30 de noviembre. Según los reportes, en el Pacífico se formarán 11 en el Atlántico y Caribe serán ocho.

Bryan Castillo

Periodista

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