Sebastián Segura, de 12 años, estaba más que feliz a eso de las 9 a. m. porque le tocaba el turno a su aula, la 6-3, de ir al comedor de la Escuela Naciones Unidas. Ya le habían pasado el santo de que para el desayuno había arepas con miel.
Con los ojos llenos de agradecimiento, Sebas le recibió el gallito a “máster chef”, doña Rita Pérez, una de las cocineras, quien le sonrió y le dijo: “no deje nada”.
Lo que no sabía doña Rita es que Sebas estaba seguro de que no dejaría ni una migaja porque le encantan las arepas.
“Yo estoy muy agradecido con el comedor de mi escuela, en verdad que es una gran ayuda. A mí me superencanta la comida que hacen. Ya desayuné una sabrosa arepa y por ahí me adelantaron que habrá macarrones para el almuerzo… ellas los hacen deliciosos”, comentó Sebastián.
Está en sexto grado y vive en Santa Ana. Sebas recuerda que durante la pandemia a su mamá, doña Angélica Galán, le tocó ir a recoger el paquetico de comida.
“Esos paquetes fueron de muchísima ayuda en mi casa. Ya estaba deseando volver a clases y también deseando volver al comedor porque todo es muy rico y a uno lo tratan muy bien, se nota que le ponen mucho amor a la comida que hacen”, asegura el estudiante, quien desea ser abogado y también un chef profesional.
La Escuela Naciones Unidas tiene 468 alumnos, el centro educativo está en el barrio del mismo nombre, en San José, a unos 300 metros al oeste del Centro Comercial del Sur. El horario que tiene se le conoce como jornada regular, o sea, de 7 a. m. a 2:20 p. m.
Daniel Espinoza Valverde, director de la escuela, nos dijo la importancia que tiene el comedor para los chiquitos.
“La apertura del comedor es fundamental para regular la alimentación de los estudiantes, como parte del seguimiento de su proceso formativo, la influencia de la concentración y el ánimo de ellos, por medio de lo que comen mientras están en la escuela”, dijo Espinoza.
El viceministro administrativo de educación, Carlos Alberto Rodríguez, confirmó que en total 855 mil niños y jóvenes de todo el país aprovecharán los comedores abiertos en los 4.565 centros educativos que abrieron sus puertas el 17 de febrero.
La Dirección de Programas de Equidad (DPE), del Ministerio de Educación Pública (MEP), planea para este año una inversión aproximada a los ₵104 mil millones. La mayor cantidad de estudiantes utilizarán el servicio comiendo en los comedores, al resto se le enviarán los paqueticos a la casa.
En el caso de las trabajadoras de los comedores, la DPE espera una inversión de ₵23 mil millones para 5.345 de ellas, que laboran en 3.677 centros educativos.
Muy pocos centros educativos se mantienen con la entrega de paquetes de comida, solo en las escuelas que del todo no puedan abrir, después de un estudio que hace el MEP.