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¿Cómo está isla Calero luego de la disputa limítrofe? Un obispo visitó la zona

Monseñor Javier Román resaltó que todo se mantiene en paz en la región, pero las familias tienen muchas necesidades

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El obispo de Limón, monseñor Javier Román, visitó hace algunos días isla Calero, en la frontera con Nicaragua, sector que fue centro de una fuerte disputa limítrofe entre ticos y nicaragüenses entre el 2010 y 2015.

Román visitó la parroquia de La Rita, en Pococí, junto a fraile Raúl González, vicario de dicha iglesia.

Para llegar allí es necesario pasar por los puestos de policía tanto de Costa Rica como de Nicaragua, navegando primero por el río Colorado y luego por el San Juan.

Monseñor Román indicó que esa comunidad en la actualidad es el hogar de unas 30 familias que no tienen entre sus prioridades el tema limítrofe, pues conviven con los nicaragüenses como hermanos que son.

Comentó que cruzan el río con naturalidad para ir a hacer algunas compras, para visitar familiares e ir a misa con sacerdotes nicaragüenses que llegan cada cierto tiempo del lado nica. Eso es una lección de vida que nos dan a todos, aseguró el obispo.

Abandono

"A ellos les aqueja el abandono en que se encuentran, pues viven en la miseria y con grandes limitaciones para poder estudiar o recibir un servicio de salud de calidad. Incluso, el agua para beber y cocinar la tienen que recoger de la lluvia. La trocha 1856 es para ellos una forma de comunicarse con las comunidades vecinas; sin embargo, su grave deterioro amenaza con volverlos a dejar aislados.

“Ante esta situación, quisimos compartirles un diario de alimentos por familia y poner a su disposición la Casa de la Misericordia en Guápiles, para cuando necesiten salir a hacer alguna diligencia o a asistir a citas médicas. Ahí tendrán el alojamiento y la comida que necesiten. Me llamó la atención que los pobladores mayores no recuerdan que alguna vez un sacerdote los haya visitado antes, por lo que procuraremos que esta asistencia espiritual se siga dando de acuerdo a lo que permitan las posibilidades”, dijo monseñor.

Román indicó que no había podido ir antes por el conflicto fronterizo, pero siempre tuvo presente que era necesaria la presencia de la Iglesia católica allí.

“Fue un encuentro breve, pero muy fraternal. No tuvimos ningún problema para llegar y todo se mantiene en paz en la región, gracias a Dios. Espero poder seguir en contacto con estos hermanos, de hecho estamos organizando ya una fiesta de Navidad para los niños de isla Calero y las comunidades cercanas, para lo que necesitamos la ayuda de quienes nos deseen colaborar”, aseguró el líder de la diócesis de Limón.

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