Katherine Calderón necesita perder 26 kilos para tener un peso adecuado y cumplir el sueño de ser mamá.

Esta vecina de San Juan de Dios de Desamparados pesa en la actualidad 141 kilos y los médicos de la Caja le han indicado que para pulsear un embarazo debe pesar entre 110 y 115 kilos.

La mujer tiene 15 años con su pareja, Elpidio Valverde, y desean tener un hijo, pero es riesgoso con su peso actual.

“El doctor dice que hay una cláusula en la Caja de que uno debe pesar entre 110 y 115 kilos para que me transfiera a Ginecología de la Carit y me hagan los estudios y ver qué tengo, o sea, si todo está bien por dentro”, dijo la joven de 32 años.

“Me dicen que así tendrían certeza de los riesgos que puedo tener y el bebé no sufra. El doctor asegura que tengo el síndrome de ovario poliquístico que se quita bajando de peso”, expresó.

"En etapas avanzadas puede producir diabates e infertilidad y es recomendable que Katherine baje peso, coma bien y que le hagan una regulación hormonal.

"El tratamiento para quedar embarazada es muy exitoso”, aseguró el doctor Mauro Fernández.

Por esa razón, Katherine irá a un casting de un concurso para perder peso que se llama Kilos afuera.

Allí intentará perder el sobrepeso que tiene para ver si logra conseguir su mayor anhelo en la vida, tener un hijo.

Ya Katherine había logrado perder un montón de kilos hace dos años, cuando pasó de 140 a 126 kilos, pero una terrible depresión en la que cayó la hizo volver a ganar peso hasta llegar a 141.

Ella había sido la ganadora de un concurso similar y estaba bien foforona con la rutina que le pusieron y el régimen de nutrición, pero llegaron dos infartos seguidos a su pareja y eso le cambió la vida.

“Cuando eso pasó dejé esas cosas de lado. Tenía que viajar al hospital (San Juan de Dios) para verlo y también tuve que buscar trabajo”, recordó.

En medio de la depresión, a Katherine le dio ansiedad y se refugió en la comida. Para peores el trabajo que consiguió era una panadería donde el dueño le permitía comer sin pagar.

“Tenía la repostería de frente y no había restricción. Estaba de cinco de la mañana a dos de la tarde, ni desayunaba ni almorzaba, eran puras harinas”, dijo.

Cuidado

Mauren Vindas, especialista en Metabolismo dijo que una depresión puede llevar a la obesidad por dos vías, por estrés, que hace aumentar la hormona llamada cortisol y que eleva el azúcar en la sangre.

“Con eso, todo lo que come se convierte en grasa”, explicó la especialista.

La otra forma es que las personas deprimidas encuentran pocos estímulos para vivir y uno de ellos es comer.

“La primera experiencia agradable de un ser humano es el pecho de la madre, da una sensación de seguridad, por eso, la persona siente placer al comer”, comentó.

La nutricionista Gabriela Traña dijo que cuando una persona hace ejercicios y come bien, está aumentando su gasto energético, su consumo y lo quema. “Cuando lo deja de hacer, es lo contrario, baja su gasto energético y aumenta el consumo y por supuesto que no va a subir los doce kilos, va a subir 30”, comentó.

Dijo que una buena nutrición debe ir de la mano con un tratamiento sicológico contra la depresión.

“Katherine será totalmente recibida en Kilos Afuera, como cualquier persona que tenga sobrepeso. Todo el programa es gratis", dijo George Angulo, organizador del concurso.