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Desamparadeña dejó de trabajar en bancos y se puso un sabroso negocio

Junto a la mamá le ponen bonito en un negocito que ya tiene 5 meses y camina muy positivo

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Melany Villalobos trabajó toda la vida en bancos privados, pero hace cinco meses se tiró al agua y comenzó un negocito que la tiene supercontenta porque le permite compartir con su mamá y disfrutar el crecimiento de su hija.

Es desamparadeña de nacimiento y crianza, pero actualmente vive en barrio Corazón de Jesús de Aserrí. Junto a doña Kathia Villalobos, la mamá, comenzaron a pensar en cómo hacer platica, ya que por motivos de salud Melany tuvo que renunciar al mundo bancario.

La desamparadeña Melany Villalobos trabajó toda la vida en bancos privados. Desde hace 5 meses comenzó un emprendimiento de minidons con su mamá Kathia Villalobos
Madre e hija hacen un equipazo que llena de amor las minidonas. (Cortesía)

El gran objetivo de madre e hija era lograr un ingreso extra para el hogar, además, poder dedicarle tiempo a Zuley, la hija de doña Melany, quien tiene siete años y este 2023 entró a la escuela.

“Mi mamá siempre ha tenido tremendas habilidades para las manualidades, también es buenísima en la cocina. Fue ella quien me motivó a analizar algún emprendimiento. No lo había ni pensado, por eso se lo agradezco tanto.

“Comenzamos a ponerle mente a un tipo de emprendimiento, no sabíamos qué, pero sí sabíamos que no debería ser algo en lo cual también estuvieran muchas personas. En redes sociales mi mamá vio cómo con unas maquinitas especiales se hacían minidonas y me enseñó los videos. La idea nos gustó. Mamá nunca le ha tenido miedo al trabajo, ella trabaja desde los nueve años así que me impulsó con mucho positivismo”, explica.

Como una gran cantidad de emprendedores, cuando ya lograron la idea del negocio, la fueron afinando y, como pasa muchas veces, fueron aprendiendo a puro prueba y error.

“Ahí fuimos aprendiendo en el camino. Nos tropezábamos y nos levantábamos”, asegura la dueña del negocio que se llama Minidonas Susu.

La desamparadeña Melany Villalobos trabajó toda la vida en bancos privados. Desde hace 5 meses comenzó un emprendimiento de minidons con su mamá Kathia Villalobos
Las minidonas han gustado a todo tipo de público, a los más comelones les gusta demasiado. (Cortesía)

Duro camino

El asunto del emprendimiento comenzó cuesta arriba para madre e hija porque la emoción por las máquinas para minidonas se apagó cuando se dieron cuenta que estaban agotadas en el país. El negocito se atrasó.

“Como las dos cocinamos fuimos, mientras encontrábamos las máquinas, afinando la receta. No fue fácil; sin embargo, en redes sociales veíamos recetas y las practicábamos, también practicamos la decoración de las donas, no es fácil”, aseguró.

Cuando las dos empunchadas le encontraron la perfecta receta a las minidonas, seguía el otro paso, afinarse muy bien en la decoración, la cual querían que fuera alegre, apetitosa y muchas veces divertida.

Llegó el día en el cual encontraron dos máquinas, estaba todo a punto en la receta y en la decoración porque las dos se volvieron bien cargas para hornear y dejar puras tejas las donitas. Ahí fue cuando comenzó el siguiente problema, que más bien era el siguiente paso ¿qué hacer con las donas?

La desamparadeña Melany Villalobos trabajó toda la vida en bancos privados. Desde hace 5 meses comenzó un emprendimiento de minidons con su mamá Kathia Villalobos
Aprendieron a hacer minidonas adonarnadas con frutas. (Cortesía)

Tocar puertas

“Como siempre trabajé en banca y finanzas, no tenía ni la más mínima idea de cómo hacer negocio, cómo comenzar un emprendimiento. Teníamos las donas hechas y no sabíamos hacia dónde ir.

“Tomamos el camino más lógico que podíamos, nos fuimos con las donas a las pulperías de la comunidad para proponerles que las pusieran a la venta a ver cómo nos iba a todos porque si se vendían todos ganábamos. Había que darse a conocer porque tenía algo bien claro, toda la vida trabajé para que otros ganaran plata, ahora me toca a mí”, aseguró.

De la mano de tocarle la puerta a las pulperías y pequeños negocitos aserriceños, llegó la promoción en la gran herramienta de estos tiempos para los pequeños emprendedores: las redes sociales.

“Comenzamos a publicar nuestras donitas en redes sociales, a poner nuestros contactos y a confirmar que podíamos hacer donitas para todo tipo de eventos y así, día con día, nos comenzó a buscar gente con pedidos.

La desamparadeña Melany Villalobos trabajó toda la vida en bancos privados. Desde hace 5 meses comenzó un emprendimiento de minidons con su mamá Kathia Villalobos
Melany jamás se imaginó que podría aprender a hacer adornos para minidonas. (Cortesía)

“Ahí vamos, como todo negocio hay días buenos y otros no tanto, pero no nos podemos quejar, desde que iniciamos el negocio las ventas, aunque sea poquitas, han estado presentes. Nos alegra que ya incluso tenemos clientes fijos y eso cuesta. Es que se nos olvida que solo tenemos cinco meses de haber iniciado”, comenta con alegría.

Las emprendedoras han aprendido mucho del negocio en el que se metieron. Hacen minidonas para fiestas, primeras comuniones, bautizos, todo tipo de minidona personalizada y pueden hacer para todo tipo de evento como, por ejemplo, para el Día de la Madre, que está a la vuelta de la esquina.

“Es importante que la gente nos contacte con, al menos, tres días de anticipación al WhatsApp 6344-8342. Ya manejamos perfectamente todo tipo de coberturas: con chocolate blanco, negro, de colores, sencillas, con frutas, con diferentes recubrimientos.

La desamparadeña Melany Villalobos trabajó toda la vida en bancos privados. Desde hace 5 meses comenzó un emprendimiento de minidons con su mamá Kathia Villalobos
La empunchada desamparadeña ya estuvo hasta en Qué Buena Tarde de Canal 7, puede contactarla al WhatsApp 6344-8342. (Cortesía)

“Nos alegra como familia que se están cumpliendo los objetivos, poco a poco el negocio se consolida y puedo pasar tiempo de calidad con mi hija que está en una edad importantísima para guiarla. No niego que al principio tenía miedo, pero ahora lo que tengo son metas por cumplir”, comenta con orgullo.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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