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Dos hijas le dieron una serenata muy especial a su mamita en el cementerio

Dos hermanas llegaron este martes y, con un celular y Youtube, protagonizaron una serenata única para su mamita fallecida

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Con sombrillas azules se protegían del fuerte sol mañanero. Recostadas sobre la pared lateral de una bóveda y con la ayuda de un celular, cantaban al frente de la tumba de su mamita.

“¡Madre, no me dejes caer! De tu mano sé que llegaré al otro lado, donde me espera tu hijo amado!”, decían en coro. Fue así como este martes, las hermanas Marta y Rosemary Guerrero Vargas dieron un tributo más que especial a su mamita, Elsa Vargas, Mamecha, como le decían sus familiares más cercanos.

El Cementerio de Grecia recibió este martes a muchos visitantes durante la misa del Día de la Madre.

Aquella estampa en el cementerio Municipal de Grecia reflejaba una mezcla de emociones imposible de ignorar. Este fue el tercer Día de la Madre sin ella, ya que falleció en febrero de 2021.

Y desde entonces, estas hermanas no faltan a su visita, en la que siempre le dedican a Mamecha la canción Rosa Fiel, del cantante Jesse Demara. Buscan la pieza en Youtube y ponen el celular a todo volumen.

“Esa canción era la preferida de ella. En los últimos años de su vida la tomó como su himno, su bandera. Siempre le pedía a mi hija que le pusiera la canción”, explicó Marta.

Su mamita pasó los dos últimos años de vida postrada en una cama y, aún así, nunca dejó de expresar el amor hacia sus seis hijos y más de 25 nietos y 30 bisnietos. Por eso, la serenata en cada visita, cualquiera que sea la fecha, tiene un significado muy especial.

“Yo sé que canto muy feo”, confesó Mata, entre risas. “Pero mamita nos quiere escuchar. Le venimos a dar esta serenatita para que nos escuche desde el cielo”.

Su hermana la escuchaba mientras veía la lápida. Su mirada se despistaba, porque era imposible disimular las lágrimas, por tantísimas memorias que guarda de ella.

“Nos enseñó a venir al cementerio a visitar a nuestra abuelita, veníamos a verla todos los Días de la Madre. Igual cuando murió mi papá. El Día de los Santos Difuntos tampoco faltamos. Desde hace tres años nos toca también venir a visitarla”, comentó Rosemary.

El Cementerio de Grecia recibió este martes a muchos visitantes durante la misa del Día de la Madre.

Mamita fiel

La conversación frente a la tumba de su madre resultó muy conmovedora. Tanto Marta como Rosemary no dudaron en describir todas las virtudes que tenía su mamá, quien falleció a los tres meses de cumplir 83 años.

Por ejemplo, para ella no existía un punto gris ni tibio, o sea, nada era a medias. “Nos amó a todos con todo su corazón, pero también nos jaló las orejas cuando tenía que hacerlo”, expresó Marta.

“Aunque ya nosotros estábamos mayores, igual nos regañaba. Era muy sutil para decirnos las cosas. A veces agarraba la Biblia, nos leía un capítulo y nos hablaba con amor. Nos llamaba y decía que nos sentáramos con ella, porque disimuladamente nos quería decir una cosita”, añadió.

Y la otra hermana la recordó como una mujer que cuando se enojaba, lo hacía de verdad, pero siempre mantenía la cordialidad para decirles lo que no le parecía. “Mamita era muy ecuánime. Cuando teníamos algun problema, ella nos guiaba, siempre nos decía directamente lo que ella creía que debíamos hacer, pero nos respetaba si no lo hacíamos”, contó Rosemary.

“El amor de ella se desbordaba en comida para todos. Cocinaba delicioso. Todo lo que hacía era con muchísimo amor y dedicación. Por más pobreza, nunca le faltó nada y siempre nos dio todo”, recordó.

Muy creyente

“Tomaré, tomaré mi cruz y caminaré. Si tropiezo me levantaré, porque tu fuerza es la que me acompaña”, cantaban las hermanas, como parte de esa serenata, cargada de sentimiento y memorias de su madrecita.

El Cementerio de Grecia recibió este martes a muchos visitantes durante la misa del Día de la Madre.

¿Y por qué le gustaba tanto la canción “Rosa Fiel”? Según sus hijas, Mamecha era muy creyente, muy católica.

“Además, ella guardaba gran devoción y fe por la Virgen María. Mamita era una verdadera mariana y esa canción está dedicada a la Virgencita. Créame que cantársela aquí en el cementerio nos permite recordar el gran legado que dejó entre todos sus hijos y ni qué decir de sus nietos y bisnietos”, contó Rosemary.

“Mujer, tú que conoces bien el dolor, ¡ayúdame!”, resaltaba la canción dedicada a su mamita. Y sin duda, ellas se referían al dolor de perder a Mamecha y el grito de auxilio para que, desde el cielo, ella les mande muchísima fuerza.

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