El amor a su hijo con cáncer, la hizo entender la importancia de donar cabello

Doña Emma Gallo Gallo, vecina de la urbanización Los Laureles de Pavas, nos contó que comenzó a donar su cabello porque el cáncer pasó muy cerca de un hijo y eso la hizo comprender que lejos de lucir su pelo era más importante donarlo.

“Mi hijo vivió un problema grande de salud, le apareció un tumor en el tórax muy grande, estuvo listo para que le aplicaran la quimioterapia, pero al final no ocupó, gracias a Dios. Sin embargo, eso me abrió los ojos, comprendí que la lucha contra el cáncer es muy fuerte y para nosotras las mujeres está el tema del cabello.

“Siempre usé el pelo más abajo de la cintura, pero un día comprendí que es más importante donarlo que lucirlo. No fue de un solo que me decidí. Una escucha que se puede donar el cabello, pero no lo hace. La idea fue entrando poco a poco hasta que a partir de lo de mi hijo abrí los ojos”, comentó la vecina de Pavas.

Recuerda que la primera vez que donó (ya van cuatro veces) tenía el pelo larguísimo. Esta última vez, a inicios del presente mes de octubre, le cortaron bastante y hasta le pidieron permiso para cortarle más y ella accedió.

“Yo sé que de mi cabello puede hasta salir una peluca. Es un honor donar cabello para colaborar de alguna forma con tantas mujeres que luchan contra el cáncer de mama. Tengo amigas que han luchado contra este cáncer y en realidad son completas guerreras”, aseguró.

Doña Emma siempre para octubre pasa informada de los lugares donde está la campaña de corte de pelo para pelucas. En este 2023 fue a un Walmart en donde está todavía la campaña “Walmart en Modo Rosa”.

“Aprovechamos para agradecer al instituto IECSA por apoyarnos con las estilistas, que de forma voluntaria donaran su tiempo para esta noble causa”, indicó Mariela Pacheco, subgerente de Asuntos Corporativos de Walmart.

Durante todo el mes de octubre y en el horario habitual de los supermercados, las áreas de servicio al cliente recibirán cabello cortado. Recuerda la subgerente que el pelo que se lleve tenga por lo menos 25 centímetros de largo, que lo lleven limpio, seco, atado en una trenza y en una bolsa transparente y sellada.