Una investigación de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA), confirma que en tiempos de pandemia el celular se convirtió en el gran aliado de nuestros abuelitos, lo usan para estar en contacto con la familia y hasta para pagar los recibos del agua y la luz.
“Impacto en la salud mental en las Personas Adultas Mayores durante la emergencia sanitaria por COVID-19 en Costa Rica”, es el nombre del trabajo que realizó la UNA y que fue coordinado por su Escuela de Sicología y aprobada por el Ministerio de Salud, el cual arrancó en octubre de 2020 con una consulta telefónica a nuestros abues, quienes son altamente vulnerables al covid-19.
En la investigación participaron 218 personas con una edad promedio de 70 años, en su mayoría mujeres (179), relacionadas a hogares diurnos, grupos comunales y programas de universidades públicas y municipalidades dirigidos a la población adulta mayor.
Los profesores de la Escuela de Sicología, Mauricio Blanco (coordinador de la investigación) y Raúl Ortega explicaron: “un alto porcentaje de las personas entrevistadas (198) afirmó tener acceso a internet, ya fuera en su casa o en el teléfono celular. No es de extrañar, entonces, que la mayoría ha utilizado el teléfono convencional o celular (mensajes, WhastApp o similares) para comunicarse, en lugar del contacto cara a cara.
De hecho, el estudio revela que 193 de las personas mayores entrevistadas dijo que el uso de la tecnología le ha permitido mantener mayor contacto con sus familiares y amistades”.
Pero no se quedaron ahí, 174 abuelitos dijeron que usan la tecnología para entretenerse y un 129 lo ha utilizado como una herramienta para compras, citas médicas y pago de servicios, lo que confirma, según los investigadores, que se debe seguir fortaleciendo el aprendizaje en el uso de la tecnología en las personas mayores, más allá de que solo la usen para comunicación y diversión.
Para informarse sobre la covid-19, la principal vía que utilizan es la televisión, seguido de amigos o familiares y redes sociales.
Nada de miedo
A pesar de que los abues aseguraron mantenerse informados sobre la pandemia, un 82,6% dice hacerlo continuamente por semana, y que se les ha identificado como población de alto riesgo al contagio, las personas mayores entrevistadas mostraron puntajes bajos en miedo ante consecuencias en su salud provocada por el virus.
“Diferentes investigaciones a nivel internacional muestran que, en esta pandemia, la diferencia no la hace la edad, sino la forma cómo las personas enfrentan el estrés que provoca el covid-19”, afirma el sicólogo Mauricio Blanco.
Al respecto, el sicólogo social Raúl Ortega, especialista en abordaje de la salud mental en situaciones de emergencia, explica que “lo primero que se recomienda a las personas es recordar qué estrategias pusieron en marcha en el pasado para poder afrontar situaciones críticas y nuestros abuelitos tienen una fuente grande de experiencia que pueden poner en práctica”.