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Epidemiólogo nicaragüense: “En Nicaragua nos faltan muchos muertos que llorar por el coronavirus”

El doctor Leonel Argüello nos relata la realidad que viven en ese país con el COVID-19

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Leonel Argüello, un doctor epidemiólogo nicaragüense, está convencido que se vienen semanas muy duras para su país ya que los fallecidos por el coronavirus aumentarán sin control.

“En Nicaragua todavía nos faltan muchos muertos que llorar por el coronavirus”, asegura el especialista.

doctor epidemiólogo nicaragüense, Leonel Argüello

“Las autoridades de Salud del Gobierno no dan información, lo que hacen es dar números de forma limitada, confusa e incompleta. Realmente no se manejan datos; sin embargo, cuando el Gobierno dice que tiene 15 contagiados y 5 muertos por coronavirus, se entienden que esos números obligan a grandes dudas, porque eso significa que tenemos un 33% de mortalidad, lo que sería una de las más altas del mundo", explicó.

Argüello es miembro del Comité Científico Multidisciplinario para el tratamiento del coronavirus en Nicaragua, organización que nació por la pandemia y reúne profesionales de la medicina de diferentes campos.

Números que no calzan

“Esos números confirman, si fuesen reales, que de cada 100 centroamericanos contagiados, fallece 1 de Costa Rica, 2 en El Salvador, 3 guatemaltecos, 11 hondureños y 33 nicaragüenses. Seríamos uno de los países con más riesgo de fallecer en el planeta.

“Esos números del Gobierno advierten tres cosas: que los pacientes están llegando muy tarde a los centros de salud, que no hay una campaña informativa nacional fuerte y que la atención médica del país es deficiente porque se les está muriendo 1 de cada 3 contagiados”, explicó el médico quien estudió en Guadalajara, México, es experto en salud pública y presidente de la Sociedad Nicaragüense de Medicina General.

El doctor considera que hay otro elemento que pone en duda esas cifras y es que los casos de neumonía aumentaron considerablemente en tiempos de coronavirus.

Según el último informe oficial dado por el Ministerio de Salud, hasta el 7 de marzo pasado se registraban 17.421 casos y 53 muertes por neumonía.

“El coronavirus comenzó con la creencia médica de que era neumonía, una extraña, porque enfermaba más y peor, al punto de matar más rápido al paciente. Se comenzó a entender que al salirse de lo normal de la neumonía era algo diferente.

“Un paciente tratado por neumonía se espera que en 48 o 72 horas comience a mejorar, no a empeorar, ya eso manda una alerta sobre el tipo de neumonía. China confirmó que era una neumonía rara y después el mundo entendió que se hablaba de un nuevo virus. Acá en Nicaragua no se reacciona, se sigue hablando de neumonía”, reconoce el médico.

El Comité Científico Multidisciplinario es un grupo de profesionales en salud de Nicaragua que nació por el coronavirus, no es gubernamental.

Movimientos extraños

El doctor Argüello cuenta que el Comité Científico Multidisciplinario se ha enterado de varias situaciones extrañas que los hace pensar que los números no son reales y que el país vive algo más que miles de neumonías.

“Se ha conocido que se están realizando entierros a horas no acostumbradas por el nicaragüense, hablamos de 1 o 2 de la madrugada. Sabemos de gente que ha llegado para informarse por un familiar internado y les dicen que ya lo enterraron.

“Se están dando entierros con cuerpos en bolsas plásticas y que nosotros sepamos la bolsa plástica se usa en casos de ébola, cólera o en estos tiempos por el COVID-19 y Nicaragua no tiene ni ébola ni cólera”, aseguró.

Otra señal de alerta de que los miles de casos de neumonía pueden estar mal calificados, es que en las últimas dos semanas se reporta una cantidad significativa del personal de salud enfermo.

Días de sufrimiento

Él cree que se vienen semanas muy duras para su país, ya que no hay medidas restrictivas, no hay distanciamiento social y no se informa a la población debidamente.

“A los trabajadores de la salud ya les exigieron que se quitaran los guantes y las mascarillas, incluso si no lo hacen los amenazan con quitarles el título médico o no permitirles ejercer en el país. Las señales de que algo pasa en el país están por todos lados.

“Los nicaragüenses se nos están muriendo de algo, los empleados de la salud se están enfermando de algo. En epidemiología, cuando hay humo se debe ir a ver qué significa ese humo para descartar, aquí en Nicaragua no se está haciendo nada y los que hacemos algo o advertimos las señales al pueblo nos llaman golpistas”, comentó.

Agrega el doctor que esas señales de humo pueden estar lanzando advertencias. “Se nos puede quemar la casa porque ningún país en el mundo ha podido evitar la muerte y el dolor ante el coronavirus. Si no se hace algo ya, se vienen semanas de mucha muerte, mucho dolor".

¿Cuántos muertos se necesitan?

“El coronavirus es una bomba de tiempo que está a punto de estallarnos en la cara. Ya se han dado pequeños estallidos y nadie del Gobierno hace nada, entonces mucho ciudadano cree que no pasa nada, pero ¿cuántos muertos se necesitan para saber que pasa algo?”, preguntó muy dolido el doctor.

Le preocupa, además, que ya estamos iniciando el invierno y eso dispara otras epidemias como la malaria, dengue y diarreas.

“El gran dolor es que vendrían muchos contagiados y muertos que pudieron evitarse, pero una parte del país le cree al Gobierno, a la otra no le importa y a los que nos importa no nos dejan informar como se debe”.

Otro gran problema que advierte el profesional de la salud es que, solo como ejemplo, en Managua el 50% de los barrios tienen problemas graves de agua potable durante el día y tienen problemas de recolección de basura, esas situaciones complican la higiene y el distanciamiento social.

“Lo peor que sucede estos días es la desinformación, el pueblo se enferma y no sabe qué hacer, no tiene claro a dónde ir o si debe quedarse en casa porque el gobierno no actúa, acá la primera que actuó a título personal fue la Iglesia católica que cerró los templos, pero no por obligación sino por iniciativa propia, le siguió la empresa privada, también sola.

"La gente no sabe qué hacer con su enfermedad y esa incertidumbre golpea y duro. Si aumentan los muertos vamos a tener un crecimiento desmedido de personas con estrés postraumático que terminan como enfermos mentales. Nada está importando porque para el Gobierno todo está bien”, concluyó.

Eduardo Vega

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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