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Este es el bar Bahamas, el lugar donde nació el Chiliguaro

Emblemático negocio en barrio La California es visitado desde hace 30 años

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El bar Bahamas, en el barrio La California, fue el lugar de un histórico suceso: el nacimiento del Chiliguaro.

Fue el 26 de diciembre del 2011, día del Caballista Nacional, que vino al mundo este popular trago que muchos en el país han degustado.

Aquella tarde, en el bar ubicado específicamente 50 metros al sur de la bomba la Primavera, un hombre que disfrutaba del tope en el centro de San José, llegó y pidió un trago con chile, así que le dieron un Bakerito, que es Cacique con tabasco.

A Mauricio Azofeifa, periodista del MEP y a Luis Pablo Ayala, quienes en aquel momento eran los encargados del bar, se les ocurrió agregarle a aquella espirituosa bebida, jugo de tomate, limón, sal, pimienta y salsa Lizano.

Así fue como nació ese peinado pa’trás. Nueve años después, solo queda Luis al frente del Bahamas, aunque mantiene una buena relación con Mauricio.

La Teja visitó la casa del Chiliguaro (así también la bautizaron Luis y Mauricio) la cual tiene 30 años de existir y ha vivido, como muchos otros negocios, buenos y malos momentos, aunque estos últimos han sido pocos.

Luis es la cara visible del negocio, él está a cargo desde el 2011. No sabe por qué, los primeros administradores, le pusieron ese nombre al bar, lo que sí tiene claro, es que se ha convertido en un referente de la zona.

El ambiente es tranquilo, perfecto para tomarse unas cuantas birras, conversar, probar una buena boca y degustar unos picosos tragos.

Hay quienes son más atrevidos y llegan a ligar, pues la magia del lugar también se presta para eso.

“Al bar se le han hecho algunos arreglos, pero no muchos para no perder la esencia porque a mucha gente le gusta este diseño que prácticamente no ha cambiado nada.

“Tenemos tres ambientes, uno es la barra, el otro la discoteca y tercero el bar que es más de música en inglés”, explicó Luis.

En cuanto a la música, ponen de todo tipo, eso sí, Luis fue claro al decir que nada de reguetón.

"Este es un ambiente más de ska, ponemos los Fabulosos Cadillacs, Los Auténticos Decadentes, Los Pericos, pero también salsa, merengue y otros ritmos”.

Junto a Luis trabajan dos personas más, doña Margarita Hernández que se encarga de la cocina y Johan Rivera, quien administra; sin embargo, todos se reparten las tareas, como servir la comida y los tragos, limpiar, atender y cobrar.

“El ambiente es muy sano, lo que hemos querido es que la gente se sienta como en la casa. Aquí llega gente de todas las edades, pero por lo general uno se encuentra a jóvenes de 20 años y señores y señoras de 50”, añadió.

El negocio, tiene capacidad para recibir a 200 personas entre sentadas y de pie.

“Nosotros tenemos 40 mesas, una barra donde los que no se conocen se hablan y salen como amigos. Este no es un bar para que la gente venga a ver partidos porque solo tenemos dos pantallas y no somos futboleros, es más para compartir.

“Aquí la gente consigue comida que se vende en cualquier bar, desde chifrijos, alitas, papas y otras cosas más, pero nuestro fuerte es el choripán que es muy degustado por la gente", aseguró.

El Chiliguaro tiene hermanos

Bahamas también ha sido testigo del nacimiento de otros tragos que son igual de malcriados que el Chiliguaro.

En el 2012 se crearon dos bombazos más, el primero fue el Blue Bahamas, que tiene un licor llamado Blue Curacao, Cacique, Triple Sec y jugo de limón.

El segundo fue bautizado como Lechita Bahamas, que contiene licor de caña, leche evaporada y crema de coco.

“Son hermanos, pero el trago estrella aquí es el Chiliguaro, es el chineado”, detalló.

De acuerdo con Luis, los números comprueban lo que dice, pues en una noche buena venden cerca de tres mil Chiliguaros. Su valor es de dos por ¢1.000.

“En un día malo vendemos como 300. Luego lo que más se vende es el Blue Bahamas, la Lechita Bahamas y la cerveza nacional”, mencionó.

No tiene que picar

Para Luis, el secreto de un buen Chiliguaro es utilizar buenos ingredientes, aunque hay un detalle que marca la diferencia.

“En algunos bares creen que el trago debe ser agresivo en cuanto al picante y no debe ser así porque el trago tiene que ser agradable. Este que preparamos lo puede consumir una persona que no está acostumbrada al chile porque es un trago suave, que no daña a los clientes y se tiene que tomar de una vez, nada de saborearlo aunque se puede probar en traguitos”, dijo.

Lo que él dice no es vara, al menos, eso fue lo que nos dijo Carlos Vega, quien visitado este lugar en varias ocasiones.

“Es cierto, yo no como chile y el trago me gusta, tiene un cierto picante, pero es tolerable. Cuando vengo, me tomo un par y eso me abre el apetito y las boquillas”, detalló entre risas.

Luis recordó que al inicio tuvieron que regalar el trago para que la gente se familiarizara.

“La gente no estaba acostumbrada a tomar un trago picante, después lo fuimos metiendo poco a poco para que la gente lo probara y así logramos posicionarlo”, dijo.

El administrador, comentó que le ha pasado más de un chasco, especialmente con los turistas.

“Aquí han venido personas de otros países y vienen hasta con la foto del trago porque algún conocido les dijo que tenían que venir aquí. Una vez me pasó que no le entendía a la persona, entonces por señas me dijo que lo que quería era un Chiliguaro y fue lo único que tomó en toda la noche”, mencionó.

Si usted quiere darse una vuelta por este emblemático bar lo puede hacer de lunes a miércoles de 5 p.m a 2 a.m y de jueves a domingo de 11 a.m a 2 a.m.

Chiliguaro patentado

Mauricio Azofeifa, quien creo el trago junto a Luis, fue el encargado patentar ante el Registro Nacional la marca Chiliguaro.

Esto lo hizo el 21 de junio del 2013 y según nos contó, en el 2015 la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) lo buscó para que le vendiera la marca.

Él les hizo una propuesta; sin embargo, Fanal no la aceptó. Para este 2020, Mauricio y Luis tienen pensando vender Chiliguaro en botellas de una cuarta, un libro y una especial para turistas.

Ambos coincidieron en que todo podría estar listo durante este primer semestre.

Bryan Castillo

Periodista

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