El hotel de paso el Edén, ubicado en Calle Blancos, es uno de los nidos de amor más famosos y visitados del país.

Sin embargo, este año la cosa se cosa se le puso dura a los administradores porque la construcción de la unidad funcional IV del viaducto de Circunvalación norte que unirá a Tibás con Calle Blancos y que pasa a un costado de este reconocido motel trajo un trío muy problemático formado por el polvo, la bulla y los cierres.

Ruperto González, gerente general del negocio, habló con La Teja y aseguró que la pasión de los clientes ha bajado y en parte, según él, obedece a esa construcción.

“En el verano tuvimos dos problemas, el primero fue el montón de polvo que caía a las habitaciones y a los techos producto de los trabajos del viaducto, algunos clientes nos dijeron que estaban molestos. El segundo problema que también nos afectó fue la bulla (de la maquinaria) pero en menor medida”, agregó.

Los problemas de este amoroso negocio no terminan ahí, pues las dos entradas que tienen han registrado problemas.

La principal es por la ruta 32, que está específicamente un kilómetro antes de llegar al cruce del periódico La República en el sentido Limón- San José, mientras que la secundaria está del lado oeste, es decir, por donde antes estaba la entrada principal al precario el Triángulo de la Solidaridad.

La ruta 32 no tiene conexión directa con el viaducto, aunque han habido cierres para ampliar la vía, mientras que por el otro lado, la calle está cerrada, ya que el puente sobre la quebrada Rivera será demolido para construir uno nuevo. Este trayecto se cerró el viernes 18 de octubre y se reabrirá hasta marzo del 2020.

“Durante esos cierres las filas han sido largas, a veces los clientes toman otras rutas y se van a otros lugares, eso ha sido lo normal cuando las calles no están habilitadas”, expresó.

Hablamos con el ingeniero Carlos Jiménez, gerente de la unidad ejecutora a cargo de las obras, quien dijo que a pesar de los cierres, hay opciones para entrar a este paraíso del placer.

“No se ha perjudicado a nadie en los accesos a negocios, si bien es cierto no puede pasar por ese punto (por la entrada secundaria) , por la construcción del puente, se cuenta con rutas alternas para poder ingresar”, manifestó.

Ahora sí es hotel de paso

Un aspecto más que preocupa a los encargados del Edén es que utilicen sus calles internas para pasar de un lado a otro y brincarse los cierres.

Como lo mencionamos anteriormente, este negocio tienen dos entradas, una por la ruta 32 y la otra por calle Blancos.

Normalmente para llegar de un punto al otro por la vía pública, se tarda aproximadamente 10 minutos si no hay presa, ahora, si hay congestión podría tardar media hora.

Sin embargo, si algún vivazo lo desea, puede meterse al motel, cruzarlo y capearse así los cierres.

González comentó que han valorado esta posibilidad, aunque todavía no han tenido problemas.

“Nosotros tenemos agujas a lo interno para regular el tránsito de vehículos en caso de que se metan y quieran usarnos como una ruta alterna, la idea es que esto afecte lo menos posible la privacidad de nuestros clientes”, añadió.

MOPT y motel se ayudan

Don Ruperto reconoció que a pesar de los problemas que han tenido por la obra, la relación con el MOPT ha sido buena.

“Ellos han sido sinceros con nosotros, nos han dicho que van a hacer un trabajo y que puede tardar, por ejemplo, tres días y eso es lo que se tarda, también nos han dicho que ciertos trabajos nos van a afectar y nosotros los aceptamos porque sabemos que esto es un beneficio para el país”, comentó.

Pero la cosa no queda ahí, ya que en esta relación, el Edén se lució con un detallazo, puso a disposición del MOPT una parte del terreno para que ahí construyeran una pequeña base de operaciones para los constructores.

De acuerdo con el MOPT, el viaducto estará listo en el 2022, constará de cuatro carriles que tendrán una distancia de 2,25 kilómetros y es financiado por el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Su costo es de $165 millones, casi ¢100 mil millones.