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Fábrica tica hacía turrones de noche porque abejas no dejaban trabajar en paz

Turrones Doré pasó de distribuir su producto en cinco supermercados a 322

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Turrones Doré es una empresa tica muy consolidada que cada mes crece y se supera de la mano de empleados dedicados que bretean duro de 8 a. m. a 5 p. m., sin embargo, en 1980, cuando la fábrica recién iniciaba, todo era diferente y no se podía trabajar de día por culpa de las abejas.

Turrones Doré tiene más de 40 años en el mercado tico

Don Luis Diego Soto Clausen, actual presidente y fundador junto a sus hermanos de Turrones Doré, recordó aquellos difíciles primeros días en los cuales el rival más duro que tenían no era otra turronera, sino las abejitas.

Don Luis y sus hermanos María Consuelo, Alberto, Marcelo y Julianna, además de la mamá de todos, doña Rosemarie Clausen, se fajaron duro en la creación de algo nuevo en el país porque la gran mayoría de turrones que se consumían eran importados, por ejemplo, de España.

Turrones Doré tiene más de 40 años en el mercado tico

“Como vivíamos en Pueblo Nuevo de Alajuela y todo alrededor eran cafetales y charrales, por las mañanas, cuando intentamos hacer los turrones, comenzamos a vivir un problemón, al comenzar a hervir la mezcla de azúcar y miel nos invadían nubes de abejas buscando alimentarse de nuestro dulce, eran tantísimas que se nos metían en la mezcla y nos convirtieron en imposible la misión de hacer turrones.

“En la familia no sabíamos qué hacer, las abejas nos tenían todo frenado. En medio de la desesperación comenzamos a investigar y nos dimos cuenta que las abejas se van a descansar muy temprano, ya a las seis de la tarde están acostadas, entonces un dijimos ‘ok, no más intentarlo de día, vamos a poner el turno de la noche’ y ¡santo remedio!”, le contó don Luis a La Teja desde la fábrica Turrones Doré, ubicada en calle Quebradas, en San Francisco de San Isidro de Heredia.

Turrones Doré tiene más de 40 años en el mercado tico. En la foto, don Luis Diego Soto Clausen

Por culpa de los dulces insectos la empresa solo podía hacer el producto de 6 p. m. a 12 p. m., porque a la menor intención de trabajar de día que tuvieran, las abejas les recordaban que era un error.

A las 7 a. m. don Luis, sus hermanos y doña Rosemarie se levantaban a cortar y a empacar las barras de turrón y a las 10 a. m. tocaba irse a vender la producción de la noche anterior.

Primero las cajetas

La familia Soto Clausen tiene 41 años haciendo turrones, pero todo comenzó con las sabrosísimas cajeticas de leche de doña Rosemarie, quien tiene, hasta la fecha, una receta secreta con sabor a cielo.

Don Luis y sus hermanillos se iban a vender, a finales de los setenta, las cajetas a los únicos cinco supermercados que tenía San José y al mercado Central.

Don Luis dice que jamás olvidará el 17 de diciembre de 1979, ya que ese día vio en una góndola del desaparecido supermercado La Gran Vía, en el puritico corazón de San José, que vendían unos turrones españoles.

Dice que lo que le llamó la atención de esos turrones era la fecha de vencimiento, ya que expiraban un año después de empacados, mientras que las cajeticas de doña Rosemarie vencían en 10 días.

Turrones Doré tiene más de 40 años en el mercado tico

“Yo dije: ‘¡aquí está la gran salvada!’. Junto con mis hermanos nos fajamos a darle vida a la idea de turrones ticos, algo que no se veía en el país, solo españoles había. Fueron como tres meses de pruebas, de recetas quemadas, de buscarle el punto, hasta que le llegamos.

“Pero no fue fácil, por el contrario, todo cuesta arriba porque como no existían turrones ticos, costó que nos abrieran las puertas, sin embargo, como los hicimos muy ricos y sin ser tan duros como los españoles, poco a poco se fueron ganando a la gente”, resumió don Luis.

Abrir puertas

Lo que inició como una idea algo loca, terminó quitándole el campo a las sabrosas cajeticas, ya que toda la familia se puso a hacer turrones en las ollas que usaban para cocinar la comida normalmente.

Como al pueblo le gustó tanto el producto, la demanda hizo que al día de hoy la empresa tenga 20 empleados, su propia planta y hagan unos 80 mil turrones mensuales.

Turrones Doré tiene más de 40 años en el mercado tico. En la foto, don Alberto Soto Clausen.

Además, pasaron de vender un único tipo de turrón en cinco supermercados, solo en Chepe, a distribuir 15 variedades en 322 comercios en todo el país.

Eduardo Vega

Periodista desde 1994. Bachiller en Análisis de Sistemas de la Universidad Federada y egresado del posgrado en Comunicación de la UCR. Periodista del Año de La Teja en el 2017. Cubrió la Copa del Mundo Sub-20 de la FIFA en el 2001 en Argentina; la Copa del Mundo Mayor de la FIFA del 2010 en Sudáfrica; Copa de Oro en el 2007.

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