El empresario arrocero Julián Antonio Batalla, más conocido como Roberto Batalla, llegó este lunes a comparecer a la Comisión Especial de Financiamiento de Partido Políticos de la Asamblea Legislativa y en sus declaraciones hizo una importante denuncia.

Él contó que tiene una relación familiar con el actual canciller de la República, Arnoldo André y fue por medio de él que a finales de 2020 conoció a Rodrigo Chaves, quien le dio una buena impresión por su conocimiento económico.

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El empresario se unió al grupo de pensamiento Costa Rica Próspera para hablar de los problemas del país y en mayo del 2021 le pidió a sus esposa, Damaris Robles, que hiciera dos donaciones al fideicomiso de Rodrigo Chaves, cada una de las donaciones fueron de $5 mil (unos ¢2.679.100) para un total de $10 mil (unos ¢5.358.200).

Roberto y su esposa denunciaron en la comparecencia que pese a que ellos confiaron en que de ese grupo de pensamiento saldrían buenas decisiones para el país, al final, cuando Chaves llegó al poder, tomó una con la que no están nada contentos.

El exonerar las importaciones de arroz dio un golpe durísimo a los productores nacionales, eso don Roberto lo sabe bien porque hasta él se ha visto afectado.

“¿Le parece a usted que la ruta del arroz atenta contra la seguridad alimentaria del país?”, le consultó el diputado Francisco Nicolás.

“Total y absolutamente”, respondió Batalla.

Luego, ante las consultas de la diputada Katherine Moreira, el empresario dijo que sus finanzas se han visto afectadas y por ello ha tenido que despedir personal, además, dijo que no solo los arroceros se han visto afectados con las decisiones del Gobierno, sino todos los agricultores del país en general. Batalla dice que, a su criterio, el mandatario Chaves está siendo mal asesorado.

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Usaron plata con otros fines

Sobre el uso del dinero de las donaciones, tanto Batalla como su esposa aseguran que ellos dieron la plata de buena fe y no pidieron explicaciones sobre cómo se usó, pero el mismo Roberto dijo que si las donaciones se usaron para financiar la campaña de Rodrigo Chaves, estuvo mal hecho porque ese no fue el fin para el que ellos la dieron.

El empresario dejó claro que él pensó que esos fondos se usarían para hacer estudios sobre temas de salud que involucraban la Caja Costarricense de Seguro Social, también sobre temas agrícolas, de infraestructura, entre otros de gran importancia a nivel nacional.

Este lunes, cuando Batalla escuchó que, al parecer, las donaciones fueron usadas en campaña para comprar banderas, pagar trabajadores de un centro de llamadas del Partido Progreso Social Democrático, alquiler de casa de campaña y gastos de viáticos de giras de miembros de la agrupación política, entre otras cosas, se mostró decepcionado y dijo que estaba pensando en pedir cuentas sobre cómo se usó el dinero que él y su familia donaron.