Nacional

Guarda de colegio asegura vivir un infierno por gritos y humillaciones de director

El MEP ya tiene conocimiento del presunto acoso laboral y está haciendo una investigación

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Karla Montero Quesada es auxiliar de vigilancia en el centro educativo Unidad Pedagógica Rafael Hernández Madriz, en El Molino de Cartago, y asegura que desde hace un año vive un infierno porque, presuntamente, el director le grita y la humilla.

El director del colegio, Lenín Alberto Gómez, replica que todo se trata de una mala interpretación y que está ansioso por ir a declarar sobre esta situación, para que todo se aclare. Y es que Montero el martes fue a la dirección regional a denunciarlo.

La encargada de vigilancia asegura que todo empezó en marzo del 2020, cuando Lenín Alberto Gómez llegó como director. Dice que un año antes (2019), ella denunció ante el Ministerio de Trabajo a la directora que estaba antes de que llegara Gómez porque la tenía trabajando de 1 p. m. a 8 p. m. y a los auxiliares de vigilancia les corresponde laborar en las mañanas.

Cuando Montero ganó el proceso, ya el director era Lenín, por lo que varios funcionarios de Trabajo llegaron en marzo del año pasado a decirle que tenía tres días hábiles para cambiarle el horario a la guarda, pero, según Karla, él no quiso.

“Como un mes después me llamaron del Ministerio de Trabajo para ver cómo iba todo, pero yo les dije que seguía en el mismo horario, entonces abrieron un proceso contra el director por desacato a la autoridad, desde ese momento él aprovecha lo mínimo para tratarme mal”.

Karla asegura que el director le reclama por cosas sin sentido. Por ejemplo, dice que como ella entra a las 6 a. m., viaja en bicicleta, pero Gómez, aparentemente, le reclama hasta por eso porque dice que la bici se ve horrible parqueada afuera del centro educativo.

“Me dice que yo me robo el jabón y las toallas para secarse las manos porque se acaban rápido, él no entiende que se acaban rápido porque tanto los que trabajamos en el colegio como quienes llegan nos lavamos con frecuencia las manos para no contagiarnos de covid-19 y evitar llevar el virus a la casa”, asevera Karla.

La guarda contó que un día de estos llegó al trabajo y vio que no estaba la silla que ella usa, preguntó qué había pasado y le dijeron que el director había mandado a quitarla porque a ella no le pagaban por estar sentada.

Problemas de salud. Karla dice que en muchas ocasiones su jefe le ha gritado frente a compañeros y a padres de familia, por lo que vive estresada.

“Yo ya no tengo paz, en la casa me pongo a llorar y no quiero que amanezca porque no quiero ir a trabajar, pero no puedo renunciar porque tengo cuatro hijos.

“El martes mi hijo mayor me vio mal, me dijo que yo no podía seguir así y me llevó a un doctor privado, me revisó y me dijo que tenía un cuadro de estrés severo y vio que hasta se me está cayendo el pelo, entonces me mandó al ebáis y me remitió a siquiatría”, contó la denunciante.

Los médicos la incapacitaron tres días y ya este viernes volvió a trabajar.

“Yo he hablado con el director varias veces, pero es muy difícil dialogar con él, me ha dicho que yo no soy nadie y que en el colegio él puede hacer lo que quiera, incluso me ha dicho que no le da miedo que yo lo demande.

“El viernes pasado llamé al supervisor del área, Carlos Piedra, y le comenté la situación, pero no me dio mucha pelota. El martes fui a la dirección regional y me dijeron que debía llevar unas cartas y el miércoles las mandé, yo espero que me ayuden porque no puedo seguir así”, insistió.

Se defiende. La Teja llamó al director del colegio, Lenín Alberto Gómez, para conocer su versión y aseguró que todo se trata de una mala interpretación y dice que está ansioso de que todo se aclare.

Se le consultó por puntos específicos como el de la bicicleta y dijo que en ningún momento ha dicho que haga al colegio verse feo, pero sí mandó a pedir a la guarda que buscara un mejor lugar para ponerla porque la dejaba a la par del portón principal.

En cuanto a las acusaciones de robo de las toallas de papel y el jabón dice que en ningún momento le ha dicho a Karla que es ella quien se las roba, pero sí le parece que se gastan demasiado rápido por lo que ha hecho comentarios de que algo está pasando con esos artículos.

También se le consultó sobre las supuestas gritadas que le ha pegado a la funcionaria y dijo que sí le ha llamado la atención por cosas que ha hecho mal en su trabajo, pero dice que nunca lo ha hecho gritándole, pues él siempre trata de ser respetuoso.

En el tema de la silla Lenín dijo que se decidió quitar la silla que había en la entrada porque estorbaba a las personas que entraban y salían del colegio.

“Yo de verdad estoy muy ansioso de ir ante las autoridades del MEP, sé que me van a llamar para hablar del asunto y tengo muchas ganas de ir para aclarar esta situación”, enfatizó.

El educador dice que él acostumbra conversar periódicamente con los funcionarios para conocer cómo se sienten y si les hace falta algo para desempeñar sus labores y hoy (viernes) precisamente mandó a llamar a Karla para hablar con ella, pero todo transcurrió con normalidad y no se tocaron los temas en discusión en la demanda.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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