La dictadura de Daniel Ortega expulsó este miércoles a las religiosas Cecilia e Isabel Blanco, de nacionalidad costarricense, y a la hermana Teresa, de Guatemala, quienes ejercían su ministerio en el Asilo de Ancianos López Carazo, en la ciudad de Rivas.
Las religiosas pertenecen a la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Anunciata y, según información del medio digital 100% Noticias de Nicaragua, la hermana Cecilia dirigía el hogar de ancianos desde hace 24 años.
Tras la expulsión, la diócesis de Tilarán-Liberia informó sobre la llegada de las dos religiosas ticas, quienes fueron recibidas por su hermana, Violeta Blanco Cubillo, a eso de las 2:30 de la tarde de este miércoles 12 de abril.
Ante estos hechos, monseñor Manuel Eugenio Salazar, obispo de esa diócesis, externó que darán todo el apoyo que requieran estas religiosas y sus familiares.
“Nos unimos a las oraciones del santo padre, el papa Francisco, por el hermano pueblo de Nicaragua, en la gran fiesta de la Pascua de la Resurrección de nuestro Señor Jesucristo”, señala la diócesis de Tilarán.
Ataque contra la iglesia católica
El dictador Daniel Ortega continúa atacando a líderes religiosos en el país, algo que hace desde 2018, expulsando a varios jerarcas católicos del país e incluso al representante de la santa sede.
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Hay que recordar que el pasado 3 de abril, el sacerdote panameño Donaciano Alarcón fue sacado de ese país solo por mencionar en sus oraciones a monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí, quien se encuentra detenido en el Sistema Penitenciario Jorge Navarro en Managua.