Muere otra tica en Estados Unidos por COVID-19

Doña Marta Estrada, de 68 años, se convirtió en la segunda costarricense que muere a causa del COVID-19 en el extranjero.

La mujer era notaria pública pensionada del gobierno de los Esados Unidos y tenía cerca de 40 años de vivir en ese país, nos contó su hermano Marco Antonio Estrada.

Ella murió este martes. La primera tica que falleció por este virus en el extranjero fue Silvia Deyanira Meléndez Baldi, de 24 años, el sábado pasado. Ella vivía en Utah.

Era casada con Roberto Reyes, nicaragüense - estadounidense y tenía dos hijos, Donny y Nataly.

LEA MÁS: Tica de 24 años muere por COVID-19 en Utah, EE.UUUtah, Est

“Tenía tres días de estar en la casa aislada. La familia la llevó al hospital, pero no la internaron. Les dijeron que si se sentía mal llamara a los paramédicos, pero no aguantó. Murió en la casa”, dijo don Marco Antonio, quien vive en Invu Las Cañas, en Alajuela.

LEA MÁS: Abuelita: "Saber que mi hija y mi nietra estaban con el maligno virus es tremendo"

“Ella era una bomba de tiempo. Tenía mucha tos y la habían operado del corazón”, dijo.

El hermano de la mujer dijo que son oriundos de Moravia y no tiene idea cómo se contaminó. Él habló con ella por última vez hace ocho días.

Don Marco dice que está tranquilo porque todos debemos morir en algún momento, pero se siente indignado con algunas personas.

“Da una cólera e impotencia de no poder agarrar a esos irresponsables, esos maes borrachos o ese montón de extranjeros que no les importa nada. Nos debemos cuidar”, dijo.

LEA MÁS: Tica que murió en EE. UU por COVID-19 quería venir a Costa Rica para ir a la playa

Añadió que su hermana era de carácter muy fuerte, pero muy alegre, vacilona y positiva.

“Le gustaba pasear, siempre andaba bien chaniada, donde fuera iba impecable. Brava pero llena de amor”, dijo.

Agregó que la familia incinerará el cuerpo de su hermana y la dejarán en algún sitio de la casa, pero que cuando pase toda la crisis del coronavirus, traerán las cenizas a Costa Rica.

“Ella decía que la incineraran. Tenemos unas bóvedas en Moravia y allí la vamos a llevar cuando podamos”.