Estamos a las puertas de una fecha especial, el Día de los Enamorados. Este día es visto de diversas formas, algunos creen que es una estrategia más de nuestra sociedad de consumo, otros no le dan importancia, mientras que otros lo aprovechan para reforzar el vínculo de pareja.
Hoy que las separaciones, los divorcios y los conflictos florecen por doquier, se debe aprovechar la fecha para vitalizar la relación. Es momento de decir: “Te quiero”. Es una fecha especial para rememorar muchas cosas vividas, recuerdos que refuerzan la unión.
Aunque no lo crean, un detalle en este día suele tener un significado especial. Si es una pareja que empieza, le aporta magia a la relación, si es una que está concentrada en la paternidad, les recuerda dulcemente el encanto del amor, y si es una que ya tiene muchos años juntos manda el mensaje de “Te sigo queriendo”.
Para las parejas con problemas también es un buen momento para buscar una reconciliación sincera, olvidando falsos orgullos y tontas intransigencias. Esta fecha se presta para ofrecer disculpas y otras veces para perdonar, porque la magia del día propicia la indulgencia.
Mi recomendación sincera es que no pierda la oportunidad para decir “te quiero”. En el fondo del corazón, siempre es bienvenido un detalle, ya sea una flor, un peluche, una caja de chocolates, o un corazón en el WhatsApp. Por el contrario, cuando esta fecha se deja pasar como si fuera cualquier otro día del año, con frecuencia genera cuestionamientos manifiestos u ocultos.
No cometa el grave error de aquellos que durante el noviazgo o al inicio de la relación se convertían en auténticos galanes cada 14 de febrero, pero que hoy pregonan que es un día sin importancia con la ya trillada frase: “El amor se celebra todos los días”, más aún cuando en el cada día se vive un ayuno de cariño.
Por eso, hágase un favor, no olvide a San Valentín.